La hipertensión arterial, las arritmias, la insuficiencia cardiaca, los infartos de miocardio y la enfermedad cerebrovascular son las condiciones del corazón más comunes.
Las dietas poco saludables, la inactividad física, el consumo de tabaco y de alcohol se caracterizan por ser los factores de riesgo conductuales más importantes.
En los últimos meses, muchas personas con urgencias cardíacas han retrasado la búsqueda de ayuda médica por miedo a acudir a un hospital y contraer la COVID-19.
El Estudio de Framingham (estudio sobre el corazón) adaptó una herramienta gratuita para calcular la edad del órgano cardíaco y la puso a disposición del público.
Una dieta sana, abundante agua, hacer ejercicio, mantener un peso adecuado y reducir el estrés pueden disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Se ha evidenciado que la principal causa de muerte de un paciente diabético no se debe a la enfermedad, sino a las complicaciones que se derivan de esta.