Las especies están especialmente poco adaptadas a volar cuando hay vientos violentos y algunas no pueden sumergirse en un mar tormentoso lo que les impide alimentarse.
El presidente de Incubadora Santander contó que las aves, entre pollos y gallinas ponedoras, tienen los días contados si no les llegan los insumos, es decir, maíz y soya, en los siguientes tres días.
Las aves jóvenes de esta especie, que está en peligro crítico de extinguirse, no encuentran maestros adultos que les enseñen las “canciones de amor” para el apareamiento.
No es un poema, es el clamor y la campaña que busca salvaguardar 1.700 aves y 170 especies que están en el Aviario de Barú, cerrado desde hace casi tres meses.