Luego de su demolición en el 2014 para darle paso a una reconstrucción, este centro de salud había quedado como un elefante blanco; sin embargo, el gobierno Dau lo recuperó
Julio César Herrera Ospino, de 40 años, vivía con su madre en ese mismo barrio. Un allegado aseguró que nunca le conocieron problemas con nadie o amenazas.