El cineasta participó en la 55 edición del Voll-Damm Festival de Jazz de Barcelona, una cita que es tradición y con la que se aleja de su rol en el cine.
Almodóvar compartió su premio tributo con el director iraní Ali Ahmadzadeh, quien no puede de su país y narrar sus historias con la libertad del español.
Su anhelo es dirigir y producir la película que escribió y que toma lugar en las calles que lo vieron correr con espadas de madera y toallas en su cuello.