Durante los primeros sesenta días del estado de excepción se han abatido a una docena de presuntos delincuentes catalogados como “terroristas” por el Gobierno.
En el país rige un estado de excepción para aumentar el control policial y militar ante la desbordada violencia generada por organizaciones criminales.
Las provincias más afectadas son las costeras Manabí, Guayas, Esmeraldas y Los Ríos, que concentran casi la totalidad de víctimas e instraestructura afectada.
Esta pista se encontraba en la Isla Puná, la mayor del golfo de Guayaquil, caracterizada por contar con poca población y grandes extensiones llanas de terreno.