“Ya que las mujeres tienen una percepción diferente sobre la maternidad”, detalló Cristina Gutiérrez Rueda, especialista en biología de la reproducción.
Después de casi 11 años de intentos fallidos entre inseminaciones artificiales y fertilizaciones ‘in vitro’, Mía llegó inesperada y naturalmente a la vida de Mercedes.
Intentaban inseminarla cuando murió. El zoo, donde vivía, ya había tratado de fecundarla de forma artificial en cuatro ocasiones desde 2008, todas ellas sin éxito.