Una enorme explosión sacudió el aeropuerto en la ciudad de Adén, en el sur de Yemen, cuando un avión que transportaba al gabinete recién formado aterrizó allí, dijeron funcionarios de seguridad.
El Gobierno considera que la situación de peligro no ha pasado, hasta el punto de pedir a los ciudadanos que no abandonen sus domicilios si no es necesarios.
El asaltante, un sargento identificado como Jakrapanth Thomma, de 32 años, fue abatido en la mañana del domingo tras quedar acorralado en un supermercado.
En un amenazante comunicado, las facciones palestinas advierten además que “Los crímenes de la ocupación (israelí) contra el pueblo palestino y los lugares sagrados no quedarán sin respuesta”.
Otro niño murió por los ataques aéreos en las afueras de Kafr Auid, también en Idlib, la última región controlada casi en su totalidad por los grupos rebeldes e islamistas.
La agencia, que cita una fuente militar anónima, detalló que ha sido repelida una “agresión israelí” y que dos misiles fueron destruidos, mientras que otro alcanzó su objetivo.
El presunto autor, con ropa blanca de preso y con grilletes en las manos y los pies, hizo un gesto con las manos propio de los grupos de supremacía blanca.