El alto coeficiente intelectual de Samantha Pardo fue su fuerte para estudiar en Northwestern, tras ocupar el primer lugar a nivel nacional en las pruebas de quinto.
El Ministerio de Educación de Ecuador debe resolver el inusual caso de una niña superdotada que, a sus doce años, acaba de completar el preuniversitario de medicina y desea seguir en la facultad a pesar de que no ha terminado ni la escuela primaria.