La malla vial es la más afectada, pero también se necesitan soluciones para otras necesidades que tiene la ciudad, como la adecuación de canales para evitar inundaciones.
Los habitantes sostienen que la edificación les ha causado múltiples afectaciones en sus calles y viviendas, especialmente porque el alcantarillado se colapsó y las aguas negras están en la superficie.
En las Faldas de la Popa hay preocupación por el estado en que se encuentra la sede principal y una alterna de la Institución Educativa Ana María Vélez de Trujillo.
La autoridad marítima realizó una visita de inspección a la zona, tras la denuncia de algunos vecinos, y constató la ilegalidad en la construcción de un quiosco.
La Junta de Acción Comunal del sector San Martín recibió una sede donada por una empresa hace dos años. Está en ruinas y buscan recursos para reconstruirla.
Con ramas secas y troncos permanece la entrada de la calle Ebro, donde los vecinos le piden al Distrito el arreglo del drenaje porque viven inundados y toleran fuertes olores.
Habitantes de este barrio y toda la ciudadanía que atraviesa la carrera 70 se ve afectada por el ‘río’ que se forma en ella cada vez que llueve. El agua se represa durante varios días.
La Secretaría de Infraestructura manifestó que cuatro de los cinco centros de asistencia en salud reanudarán obras luego de la incorporación de los recursos.
Un hombre, de 74 años, denuncia que un gran hueco en la vía lo tiene con la mano derecha fracturada. Le pide al Distrito que arregle las vías para evitar más accidentes.
Puentes caídos, calles inundadas, erosión de tierra y demás problemas que no se han resuelto en años tienen una luz de esperanza con la nueva administración.