Miles de haitianos desplazados de sus hogares a consecuencia de los conflictos territoriales entre bandas en Puerto Príncipe se han vuelto invisibles tras el magnicidio de Jovenel Moise.
Los conflictos entre las pandillas se recrudecieron a comienzos de junio y obligaron a huir de sus casas a cerca de 18,000 personas en los barrios de Martissant y Bas Delmas.
“En nombre de la nación haitiana, nos dirigimos a usted, señor Presidente de la República, para reconocer la bancarrota de su gestión en los asuntos públicos”, dice el comunicado.