Carlos nunca había dormido en una cama, ni comido helado; estaba destinado a no volver a caminar. Cirujanos colombianos, chinos y americanos cambiaron su vida.
Desde ayer se iniciaron los patrullajes más constantes en las clínicas y hospitales. También se estableció contacto directo y reacción inmediata ante cualquier eventualidad.
Ocurrió en la Clínica Estrios, donde el galeno sufrió una lesión en el cráneo producto de la agresión del familiar de un paciente tratado como sospechoso de COVID-19. Médicos cartageneros exigen garantías.
Personal médico de la Clínica Barú y de la Madre Bernarda salieron con carteles a expresar su rechazo por las agresiones y su solidaridad con todo el gremio de la Medicina a nivel nacional.
La vida de quienes están en la primera línea de batalla contra el coronavirus ha cambiado drásticamente, el miedo cunde, pero también la valentía. Pese a todo.