Brasil terminó de despedirse este lunes de los diez jóvenes víctimas del incendio que devoró el viernes un centro de entrenamiento del club de fútbol Flamengo en Río de Janeiro.
Al menos cinco personas fueron detenidas este martes, acusadas de haber alterado los documentos técnicos de fiscalización de la seguridad de la presa de una mina cuya ruptura causó una tragedia en Brasil. La catástrofe ya suma 65 muertos y 279 desaparecidos, informaron fuentes oficiales.