La empresa que construyó las viviendas prometió que tendrían todos sus servicios públicos, incluyendo el alcantarillado, pero los nuevos residentes se encontraron con unas pozas sépticas.
Para acabar con el vertimiento de aguas residuales, la alcaldía municipal adelanta la construcción de 4 plantas de tratamiento que beneficiarán a más del 30% de la población.