Revista viernes


El Sida, una realidad que aumenta

EL SIDA NO PRODUCE MUERTE SI SE TIENE UN TRATAMIENTO ADECUADO Y EL PACIENTE CUMPLE CON LOS PROTOCOLOS EXIGIDOS EN EL MISMO

HEIDI LLANES

29 de noviembre de 2018 03:39 PM

Desde cuando se dio el primer campanazo de alerta en 1981 sobre una enfermedad que no tenía explicación alguna, han pasado muchos eventos desafortunados, contagios y muertes, pero también llegó la luz de esperanza que sitúa al VIH como un virus que se puede prevenir y lo mejor, tratar.

En la actualidad el VIH-Sida tiene un tratamiento que de ser cumplido de forma rigurosa, le garantiza al paciente calidad de vida. La adherencia al tratamiento es un paso importante para que los resultados de laboratorio sean óptimos y por tanto se eviten otros problemas derivados de la enfermedad.

En Cartagena la incidencia va en aumento, sólo en Mutual Ser para 2017 se contaban 2.594 pacientes con diagnóstico confirmado, este año que está por culminar, arroja 3.384 pacientes, lo que indica que se aumentó en un 30% de un año a otro.

De otra parte la mayor prevalencia está en personas de 25 a 49 años y el género masculino con el mayor número de casos, advierte Mónica Vargas, gestora de riesgo de VIH en Mutual Ser en Cartagena.

Las pruebas determinantes

Al captar el paciente, se le realizan dos pruebas, una rápida y otra de cuarta generación o de Elisa, una vez obtenido el diagnóstico, es ingresado a un programa de atención integral por parte de un equipo interdisciplinario, compuesto por psicología, nutrición, trabajo social, odontología, infectología y un médico experto, además de esto, si el paciente requiere tratamiento antirretroviral, se le suministra directamente en el mismo lugar de la atención.

Con lo anterior se persigue que el paciente esté indetectable, lo cual lleva a que al momento de practicársele una carga viral (examen de inmunología) no se encuentre el virus visible en sangre, es decir, tendrá menos riesgo de transmisión a otras personas y su organismo genera defensas para evitar enfermedades oportunistas como la tuberculosis, neumonía, candidiasis, entre otras colaterales como enfermedades cardiovasculares y cánceres.

Las campañas continúan vigentes pese al avance en el tratamiento del VIH-Sida, advierte Mónica Vargas, y el uso responsable del condón en todas las relaciones sexuales se sigue promocionando, pues es la principal herramienta para evitar el contagio, además de eso impide los embarazos no deseados.

Es de aclarar, que se sigue insistiendo en el tema de las transfusiones sanguíneas, las cuales deben contar con el sello de calidad, algo que se maneja directamente en las clínicas, pero eso no exime al paciente de estar atento ante esta eventualidad.

Los tatuajes están muy de moda y como cada quien es libre de plasmarse uno en la piel, lo más correcto es acudir a un lugar certificado, con herramientas desechables y que se pueda constatar la procedencia de la aguja que se va a utilizar y la asepsia del tatuador y el sitio.

De igual manera esto aplica para quienes consumen drogas, pues la práctica de compartir jeringas es tan perjudicial como el mismo consumo, pues allí hay un alto nicho de transmisión de VIH-Sida.

Otro tema muy importante que el Ministerio de Salud está reforzando es cuando se presenten violaciones sexuales, las clínicas están obligadas a atender al paciente y realizarle una profilaxis completa tanto como para VIH como para hepatitis B y C.

El protocolo indica que la paciente debe recibir un tratamiento antirretroviral inmediato y a partir de allí un seguimiento por parte de personas expertas por un tiempo prudente, dependiendo de cómo fue el contagio.

De igual forma, cuando una persona ha padecido tuberculosis, enfermedad muy común en los últimos tiempos en Cartagena, debe acudir a una prueba de VIH, toda vez que se trata de padecimientos “hermanos” y que uno puede llevar al otro.

Los accidentes laborales y fortuitos con objetos cortopunzantes también se incluyen en el protocolo preventivo, por lo que inmediatamente se debe hacer una prueba para descartar cualquier contagio en este tipo de situaciones.

Una vida normal

Anteriormente el VIH-Sida se trataba como enfermedad altamente contagiosa, rodeando de estigmas a quien la padecía, en la actualidad, por ser indetectable a través de los tratamientos, permite al portador una vida normal y en comunidad, indica Mónica Vargas.

En la actualidad, los pacientes llevan una vida en familia, con hijos, son útiles y productivos, pues si están indetectables y con un buen sistema inmunológico, no existen razones para evitar su vinculación en el ámbito laboral.

Un punto muy importante de prevención tiene que ver en el embarazo. En esta etapa, las mujeres deben ingresar a un control prenatal que incluye cuatro pruebas a lo largo de la gestación, un seguimiento cada trimestre que culmina antes del parto.

La prueba de detección del VIH – Sida no es única en la vida, siempre que haya riesgo de contagio se debe practicar una y descartar de esta manera la enfermedad, de la misma manera ante un hecho desafortunado, los tratamientos son cada vez más efectivos y en la adherencia a los mismos está la calidad de vida del paciente.

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