¡Es Navidad!

Navidad es la época más bella del año, las fa-milias suelen reunirse y de no poderse físicamente, los mensajes de biena-venturanza y detalles lle-gan para recordar que hay felicidad. Todo evoca paz y aun-que el fin de año se aveci-na, todo se concentra en la Navidad, en especial en Nochebuena, el momento de unión, cena y regalos, también de promesas y pronósticos para lo que está por venir. Esta festividad que fluctúa entre trabajo y va-caciones, tiene la mayor duración con relación a las otras del año, pues inme-diatamente viene el final del mismo y la esperanza para el que llega, que con-tinúa en el mundo hispano con una celebración más sencilla, pero igualmente importante, el Día de los Reyes Magos, quienes también tienen su carga de regalos. Muchas costumbres se han implementado en Na-vidad, los regalos es una de ellas y aunque darlos es una bella acción a través de la historia, los que se hacen para estas fechas tienen un significado espe-cial. ¿De dónde vienen los re-galos? Aunque el sentido reli-gioso se mantiene y se aviva en esta fecha, los re-galos han tomado protago-nismo y según cada país, tienen un personaje encar-gado de llevarlos, espe-cialmente a los niños, que esperan su detalle del Ni-ño Dios o Papá Noel, en España es muy usual que esta entrega se posponga hasta enero para que sean los Reyes Magos los en-cargados de llenar de ale-gría con sus detalles. Esta tradición también cuenta con muchas leyen-das y una de ellas se transporta a Roma, donde por mucho tiempo se llevó a cabo una celebración entre el 17 y el 24 de di-ciembre para honrar a Sa-turno, dios de la agricultu-ra y la cosecha, con una fiesta precedida de ban-quetes y regalos. Aunque ese relato ten-ga algo de justificación en Europa, en el mundo occi-dental los regalos guardan relación con el nacimiento del Niño Jesús y los obse-quios entregados por los Reyes Magos, represen-tantes según describe la leyenda, de las tres razas que habitaban el mundo. Si se sigue fielmente esta descripción, Melchor personifica a los europeos que llevaron un presente en oro al Niño Jesús, para manifestar su realeza. El rubio Gaspar representó a los semitas de Asia, cuyo bien más preciado era el incienso, que simboliza la divinidad y por último Baltazar, de raza negra, identificando a los africa-nos y llevando consigo la mirra, un bálsamo que ha-cía alusión a su pasión y resurrección. Otro detalle también básico es la entrega de tarjetas, las cuales llevan un mensaje que trasciende en los corazones, pues aunque se cree que esta costumbre nació en Ingla-terra, donde era común enviar notas de Navidad, hace casi dos siglos se im-primieron y se vendieron las primeras tarjetas de Navidad en Estados Uni-dos. Desde entonces los mensajes no han cambiado mucho, todos tiene una misión, la más bella de to-das, desear una Feliz Na-vidad y un Próspero Año Nuevo.