La llegada del Covid-19 ha supuesto una serie de cambios, que hasta los hábitos deben ser replanteados para combatir el virus en caso de contraerlo, porque si bien existe una vacuna, la condición física juega un papel importante en el manejo de la enfermedad.
Con el conocimiento de cómo evoluciona el virus una vez ingresa al organismo, el enfermero profesional José Hernández, quien labora para Mutual Ser, advierte que la afección inicial es a nivel pulmonar, pero también se ve afectado el sistema osteoarticular y muscular, y el organismo en respuesta presenta fiebres altas.
Como un testimonio, por haber estado en contacto estrecho con el Covid-19 desde el inicio de la pandemia, hasta llegar a padecerlo, el profesional también indica que la función renal se ve afectada y allí empieza una especie de calvario para quiénes no han identificado por cuestiones de edad padecimiento alguno y que sólo se conoce una vez son declarados positivos para la enfermedad.
El sobrepeso es uno de los factores que más influyen en la gravedad de la enfermedad, indica, lo mismo que aquellos que con un peso adecuado mantienen hábitos poco saludables de alimentación, con alto contenido de embutidos, alcohol y tabaco, haciendo que los órganos se sobre carguen con el trabajo adicional que supone el virus en el organismo.
El colapso de los órganos es el paso siguiente en este camino del Covid-19 y si no responden a los tratamientos, la complicación continúa, muchas veces derivando en el fallecimiento del paciente, aun cuando sea joven.
Los cambios positivos
José Hernández comenta su experiencia con el manejo personal del virus. Se trata de un paciente de 39 años con antecedentes de hipertensión, sin embargo hace dos años en medio de un control médico de rutina logró establecer que su organismo empezaba a sufrir los rigores de los malos hábitos alimenticios, el cambio no se hizo esperar y eso es lo que según él, lo ayudó a sortear al Covid-19 desde casa.
Con una dieta que eliminaba los llamados “cinco venenos blancos”, compuestos por la sal, el azúcar, la harina, la leche pasteurizada y arroz refinado, alcanzó a poner a su cuerpo en buen funcionamiento, sin embargo aclara que un tratamiento de esta índole siempre debe ser individualizado.
Al bajar de peso, sus niveles de creatinina descendieron a lo normal, su función renal se estabilizó y con la llegada de la pandemia y la constante exposición al virus, se contagió, sufrió los problemas respiratorios, las fiebres y el malestar general propio de este padecimiento, sin embargo advierte que de no haber cambiado a tiempo su alimentación, el desenlace fuera otro.
El mensaje de este enfermero es buscar la protección natural en el cambio de actitud frente a los hábitos alimenticios sin importar la edad, practicar ejercicios con regularidad, los cuales se han convertido en factores protectores ante este virus y sus resultados devastadores.
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