El sueño como comportamiento reparador de salud, es una parte esencial de la vida de cualquier persona. Un evento particularmente impactante en casi todos estos aspectos del sueño humano es la paternidad, donde el cuidado de los recién nacidos ocurre a expensas del cambio en los hábitos de sueño de ambos padres.
Uno de los trastornos más frecuentes en los padres es la apnea del sueño, un trastorno crónico caracterizado por episodios repetidos de obstrucción completa o parcial de las vías respiratorias superiores durante el sueño. Los primeros síntomas a los que se debe estar atento son los ronquidos fuertes y cansancio diurno debido a la privación crónica del sueño. De igual manera, aparecen síntomas como aumento de la presión arterial, estrés, fatiga y dolor de espalda debido al aumento de peso, indican expertos de Emma Sleep.
En promedio, los hombres duermen una hora menos después de la llegada del bebé. Sin embargo, un estudio longitudinal demostró que la reducción de la satisfacción y duración del sueño paterno pueden continuar hasta seis años después del nacimiento de sus hijos. Los expertos en sueño indican que 3-7% de los hombres adultos sufren de apnea sintomática del sueño.
Teniendo en cuenta el impacto significativo en la salud y el efecto duradero de las alteraciones del sueño, es importante prestar especial atención a este aspecto.
Los expertos en sueño indican que existen varias estrategias que ayudan a mitigar el problema; por ejemplo, dormir cada vez que el bebé también lo hace, acostarse antes de lo habitual y establecer una nueva rutina de acuerdo con los patrones de sueño del bebé. De igual manera, se recomienda hacer ejercicio durante el día o utilizar técnicas de relajación, estas últimas son una herramienta para conciliar el sueño más fácilmente en las noches.
Es importante asegurarse de aprovechar al máximo el tiempo limitado para dormir, además es fundamental contar con un colchón cómodo, especialmente si el anterior ya tiene varios años de uso.
Para cerrar, se recomienda a los padres prestar atención a los síntomas de apnea del sueño, ya que su efecto principal en la salud es un deterioro en la calidad del sueño, lo que conduce a la somnolencia y fatiga durante el día, disfunción cognitiva y rendimiento laboral deteriorado, seguido de enfermedades, como hipertensión sistemática o accidente cerebrovascular. A su vez los estudios también han demostrado que los hombres que sufren de apnea del sueño tienen niveles significativamente más bajos de la hormona testosterona que los de una muestra de comparación que no sufren de apnea del sueño.
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