Revista viernes


La semana patronal

Hoy, cuando el mundo se encuentra ante una situación “sui generis,” cuando tantos han perdido su trabajo y muchos negocios han caído en desgracia por esta pandemia, tenemos que recordar que San Josemaría es el santo del trabajo

PRINCE MARTÍNEZ

01 de octubre de 2020 10:00 AM

De mi época de Directora de Gimnasio Cartagena de Indias recuerdo con especial agrado la “semana patronal”. Como es bien sabido ASPAEN tiene su origen en la oración, inspiración e impulso de San Josemaría Escrivá, cuya fiesta celebra la iglesia el 26 de junio, fecha de su fallecimiento. Como esos días no son los más adecuados para celebraciones por ser fin de año académico e inicio de vacaciones, decidimos celebrar a San Josemaría el 2 de octubre, fecha en la que el Señor fundó el Opus Dei a través de él. Así la primera semana de octubre se convirtió en la semana patronal. Exalumnas y exalumnos recuerdan las diversas actividades que se hacen en estas fechas.

Más adelante San Josemaría fue canonizado por la Iglesia el 6 octubre de 2002, lo que contribuyó a reforzar la primera semana de octubre como semana patronal. Al recordar estas ideas me viene también a la mente el recuerdo de los sacerdotes que tanto nos ayudaron en la puesta en marcha de los colegios de Aspaen y en la tarea de sacarlos adelante, desde los años 70. Me refiero al P. Javier Abad, que nos sigue ayudando con sus escritos y pláticas, y al P. Eugenio Fenoy, que en paz descanse, que tanta huella dejó en Cartagena, y a quien muchas personas lo consideran un santo. Y la presencia de estos sacerdotes del Opus Dei se ha mantenido hasta nuestros días como una bendición de Dios.

Al mencionar estos sacerdotes que tanto contribuyen a la formación espiritual de nuestras alumnas y alumnos, quisiera recordar unas palabras del Papa Francisco escritas con ocasión de la ordenación hace unos días de 29 nuevos sacerdotes en Roma. En una carta dirigida al Cardenal Parolín, Secretario de Estado del Vaticano, le decía: “la ordenación sacerdotal que dentro de pocos días, va a conferir a 29 fieles de la Prelatura del Opus Dei, me mueve a dirigirle estas líneas para que les trasmita mi felicitación...

Pido a los nuevos sacerdotes que consideren junto a la grandeza del don del sacerdocio, el significado de recibirlo precisamente en estos momentos de tanto dolor en el mundo, en el que se hace especialmente palpable la presencia de Cristo doliente y misericordioso; una presencia que el Señor quiere que se realice a través de su ministerio. Que “inviten a Jesús a la barca de sus vidas. Entréguenle sus temores, para que los venza. Al igual que los discípulos, experimentarán que, con Él a bordo, no se naufraga. Porque esta es la fuerza de Dios: convertir en algo bueno todo lo que nos sucede, incluso lo malo”. Y que, por su unión con el Papa hagan siempre realidad aquella aspiración de San Josemaría: ‘Omnes, cum Petro, ad Iesum per Mariam’.

Hoy cuando el mundo se encuentra ante una situación “sui generis,” cuando tantos han perdido su trabajo y muchos negocios han caído en desgracia por esta pandemia, tenemos que recordar que San Josemaría es el Santo del Trabajo. Es una gran oportunidad para conocer más de su vida y su predicación a través de la cual nos propone el trabajo como fuente de sustento material, espiritual y de santificación.

“El cristiano está invitado a convertirse en alguien «contemplativo en medio del mundo». ¿Utópico? No, siempre y cuando se sigan los cinco pasos para santificar la vida ordinaria que propone el fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá de Balaguer.

Los cinco pasos para santificar la vida ordinaria

1.Amar la realidad de nuestras circunstancias presentes

2.Descubrir ese “algo divino” oculto tras los detalles

3.Buscar la unidad de vida

4.Ver a Cristo en los demás

5.Hacerlo todo por amor

Por qué no recurrir a su intercesión para que nos apoye en estos momentos de adversidad. En la página www.opusdei.org encontramos más.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS