El interés de Manuela Echeverry por la gastronomía empezó cuando aún era una niña, le gustaba cocinar para los demás y aunque en principio la decisión de hacer de este oficio su proyecto de vida no fue bien recibido en la familia, su tenacidad la llevó a cursarlo profesionalmente.
Pese a que su pasión es hacer platos que no sólo se presenten deliciosos, sino saludables, Manuela vivió la experiencia de una mala alimentación que la llevó a sufrir a corta edad los quebrantos de salud. Cuando su hermano, el cantautor Camilo Echeverry ganó el reality, la familia, que vivía en Montería se trasladó a Bogotá y ella decidió quedarse a terminar su año escolar, por lo que los cuidados alimenticios pasaron a un segundo plano.
Esa vivencia a temprana edad la llevó a mirar de otra manera la comida y tras ganar un concurso de cocina, también obtuvo la beca para estudiar profesionalmente la gastronomía, lo que le permitió ser una alumna destacada de la academia e inclinarse también por los encantos de la pastelería.
Una nueva vida
Con la influencia de su hermano por la vida saludable, fundamentada en el ejercicio y una alimentación alejada de algunos productos, Manuela empezó a ver su cocina de otra manera, donde la consciencia sobre lo que se come es primordial, porque de allí parte el bienestar o una enfermedad, incluso el entorno puede cambiarlo todo, las noticias, las conversaciones, entre otras cosas.
El proceso no es difícil, advierte la joven chef, quien durante dos meses pudo ver de cerca las bondades de la naturaleza y aplicarlas a sus recetas, pues tomó la firme decisión de adoptar un estilo de vida vegetariano.
La revolución actual de Manuela Echeverry es apostarle a comer saludable, de manera divertida y cambiar la vida, una propuesta que empieza a compartir en su blog cartasamanuelita.com, donde con recetas y consejos, continúa su causa.
Esta chef advierte que en Colombia hay un problema grave de alimentación que se fundamenta en creencias que datan de años, donde permanecen algunos alimentos que en ocasiones pueden resultar dañinos para algunas personas.
Su trabajo no sólo está en la preparación de recetas, la investigación va más allá de los ingredientes y lo que pueden hacer en el plato, pues cambiando la alimentación se puede ser saludable y evitar la ingesta de medicamentos para mejorar lo que una comida hizo en el cuerpo.
Manuela habla de la relación con los animales, advierte que la mayoría de las personas los aman, sin embargo no saben el trato que éstos recibieron antes de convertirse en parte de una receta y ese atropello se traduce en mala energía y una enemistad con el mundo.
Consejos de la chef
No es fácil el cambio, advierte, menos cuando el diario vivir sumerge en situaciones estresantes donde el factor tiempo lleva a hábitos poco saludables de alimentación, pero nada es imposible, entonces toca vivir cada momento a la vez y eso aplica en la comida, pensar en la de hoy y mañana se prepara la siguiente, es la mejor manera de comenzar el proceso, indica Manuela Echeverry.
Planear con preocupación el mercado y las posibles comidas de un mes, va a resultar más estresante, la idea es remover lo que nos hace daño paulatinamente, decisiones que empiezan con el desayuno y los componentes que están demás y agregando lo que hará parte de la nueva rutina.
Las recetas que Manuela propone reemplazan componentes, pero conservan la estructura misma de la preparación, lo que al final cumple el objetivo de ser saludables, deliciosas y llamativas, algo que se va sumando a todo y sin darse cuenta llevan a un nuevo estilo de vida.
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