Mujeres 10

Cada día se escucha que el rol de la mujer ha cambiado en la sociedad, que ahora muchas de sus funciones en casa se han suplido o que descansan sobre otras personas en el afán desmedido de alcanzar metas profesionales, pero la realidad es otra.
Mujeres con amplio conocimiento de su hogar, encargadas de la formación de sus hijos, pero sin descuidar un aspecto profesional que las incluye con enorme importancia en el crecimiento global, es la constante, son esas que dividen el tiempo a la perfección y que tienen claro que no son unas luchadoras en busca de libertad, sino de unidad.
Estas mujeres son las que hoy celebran un día, un mes, que internacionalmente les rinde homenaje, por eso se pueden denominar, “Mujeres 10”.

Nelly González Puello
Virtudes para compartir
Con sólo verla se reconoce su alegría interior, hace parte de una generación que tiene muy definidas las prioridades en materia de familia y profesión, porque partiendo de allí, sabe que puede alcanzar el éxito.
Nelly González es la Directora Administrativa del Gimnasio Cartagena de Indias, cargo que lleva con orgullo, porque fue regresar al colegio donde se formó. Con un matrimonio que ya cumple una década, no duda en afirmar que su esposo Juan Gabriel Vélez es el complemento perfecto de su vida, y con él, su familia compuesta por sus pequeños hijos, Manuela de 6 años y Juan Pablo de año y medio.
Es muy analítica, de allí que recuerda siempre y aplica en su diario vivir algo que aprendió en una charla, “cómo ser esposa y mujer interesante”. De esa conferencia pudo hacer un análisis y con el mismo se identificó.
Advierte que la mujer debe ser protectora, atractiva y sabia. En la primera encaja perfectamente la mujer madre, la hija, la esposa, donde con su cariño y comprensión logra proteger a quienes quiere. En la mujer atractiva Nelly ubica la autorrealización que se busca constantemente, siendo modelo a seguir para sus hijos, sin descuidar la apariencia física que es muy importante para sentirse cómoda consigo misma.
Por último habla de la mujer sabia, esa que sabe cuando aparecer y desaparecer, delegando en su esposo otras funciones que dan fortaleza al hogar. Es el equilibrio de todas las tareas. Nelly advierte que esa charla le indicó una postura que hoy mantiene y le ha servido notablemente para formar su hogar y ascender profesionalmente.

Marcela Álvarez
Capacidad de progreso
El desempleo llevó a Marcela Álvarez a buscar alternativas que le permitieran sacar adelante a su familia, para entonces compuesta por sus tres hijas, y aunque aún no se había enfrentado a la separación de su esposo, el salario de éste no era suficiente para el sostenimiento del hogar.
Con orgullo y dedicación empezó una labor que completa 22 años, en el transcurso de los cuales sufrió la pérdida de Yamilé, una de sus hijas y para superar un poco esa tristeza, hoy tiene un nieto de tres años.
Marcela tiene la fortaleza de la mujer trabajadora, que no se amilana ante las circunstancias y en sus inicios supo direccionar toda esa energía a un negocio que vislumbraba futuro, el reciclaje.
Con una mesa y un cuchillo como únicas herramientas y en su casa, comenzó a fabricar cajas con cartón reciclado, después recibió la ayuda de una amiga y el negocio fue creciendo, al punto que hoy cuenta con 12 trabajadores, 8 de ellos fijos.
Esta trabajadora incansable advierte que nunca pensó que llegaría a tener su propia empresa, pero lo que más la llena de satisfacción es que de la misma dependen ocho familias y la de ella. Al principio la integró con mujeres cabeza de familia, hoy la oportunidad se ha extendido a jóvenes estudiantes.
Marcela tiene muchos sueños, ya compró maquinaria, quiere para el futuro una sede propia y más adelante adquirir nuevos elementos con el fin de vincular más personal.


Ruth Curi
Ejemplo a seguir
Creció en medio de un trabajo encantador, viendo a su madre ejecutar tratamientos de belleza y sabía que eso era lo que quería para continuar su crecimiento personal, pero para cuando terminó la secundaria esa formación no contaba con la preparación ideal en el país.
Ruth no perdió el tiempo, pues tampoco quería viajar a España para prepararse en estética, de esta manera se encaminó por la carrera de Bacteriología en la Universidad Javeriana en Bogotá.
“La sangre llama”, dice de manera jocosa, estudió, alcanzó méritos y en lo poco que pudo desempeñar en hospitales, entendió que si bien estaba en algo que le gustaba, no era lo que le atraía por completo, ahora advierte que aprendió de la mejor maestra, María Dolores de Curi, su mamá, de la misma manera indica que tanto en su trabajo como en el desarrollo de su vida, es perfeccionista, y teniendo esa premisa como base, ha logrado acoplarse al trabajo y familia, para lo cual ha sido valiosa la colaboración de su esposo Mauricio Torrijos.
No ha sido fácil, pero los objetivos se han logrado, por eso aclara que su esposo es un “súper papá”, que le ayudó mientras cursaba una especialización, pues con programación se pudo mantener el hogar sin traumatismos.
Es la mamá que acompaña en los estudios y tareas a Mauricio Andrés de 12 años, pero también es la que lleva a María Juliana de 15 a las fiestas y le ayuda con el naciente maquillaje.
La tarea de madre es para toda la vida, se requiere de dedicación y amor, siente que aún no ha recorrido todo el camino y en lo que tiene que ver como pareja, es un aprendizaje diario, tanto como es el profesional.


Mónica Cruz
Talento inagotable
Tres lustros completa la esteticista Mónica Cruz proporcionando bienestar y belleza en Cartagena, tiempo en el cual ha podido demostrar su agudeza en esta materia, a la vez que sigue una rigurosa formación que la mantiene en los primeros lugares de este exigente negocio.
Mónica empezó labores en el garaje de su casa y con su hija Natalia de un año de edad. No fue fácil, era la “todera” que se multiplicaba para cumplir los requerimientos de una clientela que desde ese primer momento confió en su profesionalismo.
Soñaba con crear su propia marca, se puso entonces una meta, que a los diez años su nombre fuera una franquicia y tener una empresa, pero hoy, aclara con modestia que nunca pensó que sería una de las mayores generadoras de empleo en la ciudad.
El apoyo inicial de sus padres fue fundamental, y reconoce que ha tenido más que apoyo incondicional, buenos consejos, primero de su padre Adolfo Cruz, más delante de Juan Carlos Díaz, su esposo, quien tiene una visión bien estructurada de negocios.
Dice con una amplia sonrisa, que “detrás de una mujer exitosa, está un hombre paciente y capaz”, eso es lo que define a Juan Carlos, pues son un equipo que se encarga de todos los detalles de su empresa de belleza, con el talento que ella nutre cada día y la capacidad administrativa de él.
Ha sido consecuente con lo que creó, sin olvidar su faceta de esposa y madre. Natalia es una adolescente que se ha convertido en una de sus mejores críticas con respecto al trabajo y el pequeño Juan Carlos, de seis años requiere atención, por eso hay tiempo para todos.
Una década de trabajo duro no se puede traducir en cansancio, porque el mismo lleva mucho amor y agradecimiento, es el resultado de la disciplina que recibió en su formación. Mónica tiene capacidad de convocatoria, por eso su próximo objetivo se centrará en promover la educación.