Es prácticamente una experiencia sensorial lo que este par de jóvenes barranquilleros han creado, es música para el alma la que Shonny Rincón y Julián Sarmiento crean en medio de recorridos poco explorados por los artistas para hallar inspiración.
Ellos conforman Shonny & El hijo del Búho, un sonido experimental que se volvió real y empezó a ganar adeptos más allá de las fronteras, unas letras que emergen de la misma tierra y se materializan en medio de la naturaleza que encuentran a su paso.
El proceso creativo de estos artistas es especial, se desarrolla en espacios poco convencionales, donde el silencio se hace cómplice y los elementos de la naturaleza confluyen para darle forma a ideas que se plasman en voz y guitarra, allí está el nacimiento de sus canciones.
Ahora, aprovechando los lineamientos de la nueva normalidad, el dúo emprendió una liberación de su inspiración y mientras la cantante y compositora Shonny se recarga en una isla, Julián, guitarrista y productor musical se deja seducir igualmente por el mar, pero desde otra latitud.
Decididamente independientes, así se aprecian, y como miembros de una generación digital, han aprovechado las bondades de la tecnología para darse visibilidad, algo que refuerzan las plataformas, donde según explica Julián, el algoritmo funciona según los gustos del público y se deja ver en esa diferencia que se busca a diario.
Las nuevas sonoridades están a la orden del día y en las mismas está el proyecto de Shonny & El hijo del Búho, llegando a un segmento que anteriormente estaba disperso aun cuando sabía lo que quería. Este momento es fundamental para la música indi que se ampara en el actual movimiento mediático.
Por su parte Shonny agrega que estos recursos también les han funcionado para crear otro concepto en cuanto a los encuentros. La virtualidad los acogió y en lo que respecta a lo presencial se idearon presentaciones para grupos muy reducidos, generando una intimidad acogedora que va evolucionando y es su apuesta en materia de conciertos.
La evolución
La experimentación es el punto de partida y desarrollo de la banda, y la evolución se les va dando a medida que se muestran más minimalistas. En 2017 fundaron su proyecto, y dos años después lanzaron su primera canción, a partir de allí todo fluyó en un proceso que crece día a día.
Shonny & El hijo del Búho trabaja en un sonido universal, aunque confiesan que no fue una búsqueda intencional, se alcanzó por las influencias que han recibido de parte y parte a lo largo de la carrera. Ahora, conscientes de ese valor agregado, lo han integrado a su propuesta.
Al consolidar la unión, lo primero que estos jóvenes ávidos de inspiración organizaron fue un viaje a San Agustín en el Huila, seguidos de Estados Unidos y Europa, una combinación que los sacó un poco del panorama local, llevándolos a mirar la música de otro modo.
De hecho la visita a Berlín, que fue la más reciente, generó en ellos una motivación especial hacia la música minimalista, es decir, que con menos elementos se pueda hacer contundente y encontraron un nuevo lenguaje del cual están disfrutando. A modo de broma, Julián indica que no saben si más adelante lleguen a interactuar con una orquesta sinfónica.
Todo esto se ve reflejado en este primer álbum “Mudar la piel”, dónde además se encuentran consignadas canciones como “Horizonte”, “Encuentros”, “Camino a casa”, “Eres la magia”, y la más reciente, “Somos el amor”. Con nueve temas, este disco representa la experimentación de un proceso, además de ser una interiorización de los artistas, y por eso decidieron ese nombre.
Lo que viene
“Mudar la piel” es un álbum que se gestó en el camino, un concepto que dista de lo que viene, pues ya empezaron el recorrido inspirativo y van algunas canciones de lo que será “Ave del paraíso”. Actualmente Shonny y Julián están adelantando el periplo que los lleva por Colombia en lo más parecido a un vuelo de ave.
Chocó, Putumayo, Eje Cafetero, Amazonas, son los territorios escogidos hasta ahora para encontrar ese vuelo que los llevará a una nueva interpretación basada en la diversidad del país que aún tiene mucho por ofrecer en lo musical.
Usiacurí, municipio cercano a Barranquilla, ya fue cuna de un tema, y Shonny prepara estadía en la Sierra Nevada de Santa Marta, como otro punto que les indicará la composición que tendrá “Ave del paraíso”.
Shonny & El hijo del Búho se han formado en medio de riesgos, aunque ellos prefieren llamarle retos. La comunicación es fundamental en esta unión, por eso no ha sido difícil superar esos desafíos que les impone el medio. Siendo optimistas, creen que con la confianza que le ponen a cada proyecto, logran más que si se detuvieran a meditarlo.
El viaje a Europa confirma lo anterior, llegaron y enfocados en su energía demostraron sus ganas y el resultado no pudo ser mejor. Se trata de un proyecto que se lanzó conociendo los riesgos y eso los llena de valor.
La receptividad en el Viejo Continente les alentó a seguir, toda vez que su propuesta novedosa tuvo expectativa cumplida y respeto evidente por parte del público y los otros artistas. El despliegue de Shonny en el escenario, la puesta en escena de Julián y los músicos que se integraron, fue el show esperado por los asistentes.
La banda no segrega ningún género de su propuesta, están abiertos a todo, de hecho hicieron aproximaciones con la música urbana y su tema “Mudar la piel” es un afrobeat que los acerca a la tendencia actual.
Con exploraciones particulares, Shonny & El hijo del Búho continúan su preparación profesional, se trata de proyectos muy personales que nutren la experiencia que más adelante se lleva al proyecto en conjunto.
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