Revista viernes


UCI, espacio para salvar vidas

El personal médico es sometido a seguimiento cada quince días para verificar que no se trate de casos asintomáticos, aunque diariamente tienen chequeos antes de ingresar a las clínicas y hospitales

HEIDI LLANES

25 de junio de 2020 07:00 PM

Por estos días, el miedo y la incertidumbre son una constante en la comunidad, que si bien en algunos sectores acata las directrices en torno a prevención, otro grupo sortea en medio del desconocimiento y la necesidad, pero lo único cierto es que el Covid-19 está presente y su contagio está cobrando vidas sin tener en cuenta edad o condición socieconómica.

Si bien el autocuidado y el confinamiento llevan la delantera en prevención, la consulta oportuna asegura en buena medida salir airoso de la enfermedad, aunque esto último no se está dando con lógica, toda vez que el paciente positivo para el virus siente vergüenza de informar y el estigma que lo persigue ante familiares, amigos y vecinos termina por atrasar un posible tratamiento y cura.

Es de aclarar, que la mayoría de pacientes menores de 40 años son los más renuentes en esta situación. También es válido advertir, que un 40% de las personas mayores de 70 años que ingresan a la Unidad de Cuidados Intensivos con padecimientos de base como hipertensión y/o diabetes, van a morir, indica el doctor Juan Carlos Fernández, médico internista y Director Científico de Mutual Ser.

Uno de los mayores temores que enfrentan los pacientes de Covid-19 es el ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos y allí requerir de ventilación mecánica, por el peligro de muerte que les representa, aunque en esto el especialista aclara que no es precisamente este soporte el que la provoca, sino el progreso de la enfermedad que comprometió los pulmones, aumentando el riesgo entre un 40 y 50%. A medida que avanza la edad, el riesgo es mayor.

Ante el número de muertes registradas desde la llegada al país del coronavirus, el doctor Fernández indica que el 94% de las personas fallecidas, tenían antecedentes por hipertensión, diabetes y tabaquismo, condiciones que predisponen la fatalidad, lo mismo que la obesidad, que se sitúa en un cuarto lugar.

La estrategia

Desde el 15 de mayo, las EPS de Cartagena en cabeza del doctor Galo Viana, implementaron una estrategia que consiste en aislamiento y monitoreo en casa, es decir, todo aquel paciente que se le hizo prueba en su residencia y le sabe positiva, se le sigue evaluación médica y seguimiento para en caso de ser necesario, efectuar el traslado oportuno al hospital.

Si bien esta técnica sería la mejor forma para bajar la curva de contagios, el problema surge cuando las personas se niegan a realizarse la prueba, peor aún cuando ésta es positiva, toda vez que entran en negación y surgen toda suerte de historias que en ocasiones ponen en peligro al personal médico.

Ante esto, una nueva propuesta se ha implementado y consiste en los centros de aislamiento, los cuales funcionan en algunos hoteles. Cartagena tiene un componente de pobreza muy alto y el hacinamiento es un factor inherente, entonces trasladarlos al centro de aislamiento, con alimentación, seguimiento a su estado de salud y alimentación, resulta sensato, sin embargo la mayoría de las veces es rechazado y vuelve el contagio a la calle, advierte el doctor Fernández.

Las llamadas y videollamadas son ahora la otra herramienta para mantener cerca a los internos en las Unidades de Cuidados Intensivos con su familia. De otra parte, el personal médico advierte que la intubación se hace necesaria en casos muy graves y de no llevarse a cabo acatando la urgencia, el resultado podría ser nefasto.

Ante esta situación, el doctor Fernández indica que los criterios de intubación se basan en que el paciente tenga una frecuencia respiratoria por encima de 30, o que la saturación de oxígeno que debe estar en su forma ideal por encima del 95%, se encuentre por debajo 93%. Al llegar a este nivel, el paciente requiere oxígeno y si es por debajo del 90%, seguramente va a necesitar intubación.

Manejo en UCI

El virus ataca y daña, al final su deterioro no es sólo en los pulmones, que son los primeros afectados, va más allá y otros órganos se verán comprometidos, es por esto que el paciente con compromiso severo de su salud requiere ser trasladado a una Unidad de Cuidados Intensivos.

La palabra UCI impresiona, pero lo que allí se logra y su principal función está en salvar vidas. La Unidad de Cuidados Intensivos no es solo la cama, es un área específica que tiene monitores, bombas de infusión, ventilador y muchos equipos para hacer monitoreo al paciente, sin embargo esto no es lo más importante, lo realmente significativo es el personal que allí labora, compuesto por dos auxiliares de enfermería, una enfermera, una fisioterapeuta y un médico, dedicados al seguimiento de un paciente.

Entonces, una UCI de 10 camas, puede llegar a tener hasta 14 auxiliares, tres jefes de enfermería, dos fisioterapeutas, tres médicos, algo que se ha magnificado tras la pandemia del Covid-19, en pocas palabras, el Cuidado Intensivo, más que un área es una actitud frente al paciente, de estar atentos desde lo más mínimo hasta lo complejo.

El resultado final de un paciente ingresado a UCI siempre va a depender del estado de su enfermedad y de los factores propios de esa persona. Es decir, la edad, conmorbilidades y el estado de la enfermedad, marcan el pronóstico final del paciente, indica el doctor Juan Carlos Fernández.

Si bien se trata de un espacio donde se prestan los servicios más avanzados, el hecho de estar en una UCI representa un riesgo para los pacientes, el personal médico y el grupo asistencial, toda vez que se pueden contraer otros virus allí presentes.

¿Cuándo deben acudir?

La pregunta que muchas veces no encuentra respuesta, sea amparada en el temor o el desconocimiento y que al final puede tener una respuesta no muy alentadora si no se cumplieron tiempos.

Dificultad para respirar es un indicador de que hay problemas graves, de la misma manera la fiebre persistente, frecuencia cardiaca por encima de 100, y algo muy típico es cuando al paciente se le pide que diga su nombre completo, lo que le resultará imposible por la dificultad para respirar.

Los síntomas varían mucho, en algunos se presentan problemas estomacales en ocasiones el dolor generalizado en el cuerpo, pero la recomendación ante la duda es consultar inmediatamente y calmar el temor ante la prueba, toda vez que el tiempo juega a favor.

En el caso de los pacientes asintomáticos que suelen estar en un rango de edad menor a los 40 años, lo que marca la diferencia es la saturación de oxígeno, porque si está muy por debajo de 93% indica que hay compromiso pulmonar y va a requerir asistencia o intubación, bien sea de la más sencilla con máscara o la invasiva.

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