La misma universidad pública de periodismo que a fines de marzo le otorgó un premio al polémico presidente venezolano Hugo Chávez por su aporte a la “comunicación popular”, galardonó este viernes a la líder de las Madres de Plaza de Mayo justo cuando la organización ha sido involucrada en un escándalo de corrupción.
Hebe de Bonafini, presidenta de Madres, recibió el Premio Rodolfo Walsh “a la comunicación y los derechos humanos” entregado por la facultad de periodismo de la Universidad Nacional de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires.
“Este no es un premio solamente a la comunicación...es un premio al compromiso con los derechos humanos y en eso las madres tuvieron un papel central en la historia, haciendo la historia”, sostuvo la decana de la facultad, Florencia Saintout.
Saintout el 29 de marzo entregó el mismo galardón a Chávez en medio de fuertes críticas de organizaciones de prensa por las acusaciones que pesan sobre el mandatario venezolano de perseguir a medios críticos.
Las madres de los desaparecidos durante la última dictadura militar (1976-1983) son consideradas un símbolo mundial de la lucha por la defensa de los derechos humanos. En las últimas semanas su reputación se ha visto dañada por el accionar de un ex apoderado que es investigado por presunto enriquecimiento a través de fondos públicos destinados a obras sociales que desarrolla la organización.
El abogado Sergio Schoklender, quien fuera mano derecha de Bonafini, está imputado por los delitos de “defraudación a la administración pública, lavado de dinero y asociación ilícita”, junto a su hermano Pablo y una docena de allegados.
De acuerdo con la denuncia del fiscal Jorge Di Lello, Schoklender habría realizado una serie de “maniobras sospechosas” dirigiendo fondos públicos destinados a un programa de la Fundación Madres de Plaza de Mayo para la construcción de viviendas populares hacia una serie de empresas vinculadas a él.
“Tengo la conciencia tranquila”, dijo Bonafini al recibir el premio.
En la denuncia no se involucran a las Madres, que se presentaron como querellantes en la causa judicial.
Bonafini, madre de dos hijos desaparecidos, ha dicho que fue traicionada en su buena fe por Schoklender y reclamó que le caiga todo el peso de la ley.
A partir de este caso se ha puesto en cuestionamiento la estrecha relación entre las Madres y el gobierno de Cristina Fernández, que le ha girado millones de pesos para obras benéficas al parecer sin un debido control.
La hija de Rodolfo Walsh criticó el galardón a Bonafini.
“Verse involucrada como le está sucediendo a Hebe en el desmanejo de fondos públicos en relación con este tema, es una circunstancia pésima y como tal es pésima también para recibir un premio en relación con los derechos humanos y comunicación”, sostuvo Patricia Walsh en declaraciones a distintos medios.
El premio recibe el nombre del reconocido periodista que en 1959 fundó en Cuba, junto al escritor colombiano Gabriel García Márquez, la agencia noticiosa Prensa Latina para romper con el bloqueo informativo a la isla tras la revolución.
En la década de 1970, Walsh se sumó al grupo guerrillero Montoneros y fue abatido por las fuerzas de seguridad en 1977 en plena dictadura militar.
“Me siento dolida y mi opinión es que en esta oportunidad hay una manipulación de este premio, hasta hay un acto de provocación”, agregó su hija.
Al respecto, Saintout sostuvo que “respetamos la herencia material y sanguínea de Rodolfo Walsh. Pero también defendemos el derecho de la herencia política y militante, que es del pueblo”.
Bonafini, que junto a las Madres conduce un programa de televisión y manejan una radio y una revista, no hizo referencia a los cuestionamientos de la hija del periodista. “He leído mucho a Walsh, lo quiero mucho. Todos los que amamos la revolución queremos a Walsh porque él encarnó la revolución”, dijo.
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