Damnificados ya tienen un lugar digno para vivir

Ayer, representantes del Secretariado de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Cartagena y de Caritas Alemana, entregaron en San Estanislao de Kostka (Arenal), 85 casas albergue a igual número de familias que antes malvivían en cambuches plásticos y a la intemperie.
El acto estuvo presidido por monseñor Jorge Enrique Jiménez, obispo de la Arquidiócesis de Cartagena; Danilo Cortina, director del Secretariado de la Pastoral Social; Atilano Martínez, párroco de San Estanislao de Kostka (Arenal); Johnny Cantillo Iriarte, alcalde encargado; Rafael Castillo, director de la Red de Desarrollo y Paz del Canal del Dique y Federico Kircher, representante de Caritas Alemana.
Gratitud
Imilsa Ruiz, quien recibió un albergue, dice que la inundación del año pasado deterioró su casa y la dejó inhabitable. Por eso agradece que ahora tiene un sitio digno donde albergarse mientras el Gobierno le gestiona una solución de vivienda definitiva.
“Es una bendición de Dios. Pasé de estar en la calle a tener un techo donde dormir tranquila con mis familiares”, dice.
Así como ella, más de 400 personas que integran las 85 familias favorecidas, se alojarán en adelante en los refugios que financió el Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO), y que apoyaron instituciones como la Alcaldía de San Estanislao de Kostka (Arenal), la Policía Nacional, el Batallón de Infantería de Marina Nº2, la Defensa Civil y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Los albergues
El lugar, que fue bautizado como Antioquía por el presbítero Atilano Martínez, tiene letrinas, alberca, duchas y dos cocinas comunitarias.
Los beneficiarios recibirán gratis los servicios de agua potable y de energía eléctrica, gestionados por el alcalde de Arenal, Jaime David Roa, ante las empresas Giscol y Energía Social, de Electricaribe.
Las 85 casas albergue fueron construidas en un terreno de 2 hectáreas de la Fundación La Providencia, cedido en comodato, con el compromiso de que sea devuelto una vez los damnificados sean reubicados.
Johnny Cantillo Iriarte, alcalde encargado de San Estanislao de Kostka (Arenal), explica que el Municipio aportó la limpieza y la perfilación del predio.
“Lo importante es que este albergue será un laboratorio de convivencia, donde las familias compartirán y darán ejemplo de coexistencia pacífica”, expresa el funcionario.
Los constructores fueron los mismos damnificados que antes estaban refugiados en colegios y en cambuches, siguiendo el modelo de autoconstrucción.
El arquitecto Orlando Alemán, de la Pastoral Social, comenta que las casas albergue están construidas con un material resistente al agua y a la intensidad del sol, y fueron diseñadas teniendo en cuenta el espacio adecuado para que las personas disfruten de la comodidad y la dignidad que cualquier ser humano se merece.
La arquitecta Martha Vivero Mogollón, manifiesta que para la construcción de los albergues se utilizaron elementos como superboard, aluminio, zinc y lienzo basto. Cada refugio mide 17 metros cuadrados.
El espacio se asemeja a un barrio e incluso sus habitantes bautizaron a las calles con los siguientes nombres: Pastoral, Granito de Oro, La Paz, Las Margaritas, San Miguel y La Esperanza.
Otros 65 alojamientos similares se levantan en Soplaviento, para beneficio de igual número de familias que también sufrieron el drama de las inundaciones.
Opiniones
Rafael Padilla: “Este es el comienzo de un nueva esperanza de progreso. Dios no deja a sus hijos solos y esta es la muestra de su bondad”
Lili Castro: “Le agradezco a las instituciones habernos colaborado y permitirnos tener un techo donde dormir sin mojarnos. Esperamos más ayudas”.