Los registros fotográficos irregulares de obras supuestamente ejecutadas por contratistas de Cardique son algunas de las piezas claves que presentó la Fiscalía en audiencias y con las que buscan demostrar que cuatro funcionarios de esta corporación y dos particulares están implicados en la celebración ilegal de 220 contratos en el 2016, que al parecer causaron un detrimento patrimonial cercano a los 28 mil millones de pesos.
El Universal tuvo acceso a algunas imágenes que estaban anexadas a los contratos, con las que acreditaban las labores de relimpias de caños, arroyos y reservorios, la mayoría de estos en la bahía de Barbacoas. En los registros se evidenció que usaron una misma fotografía para avalar obras en diferentes fechas, sectores y contratistas.
Respecto al aval de las obras, la Fiscalía aseguró que los funcionarios de Cardique implicados recibían casi a diario 15 de estas y que ni siquiera revisaban si las habían ejecutado o no.
Respecto a los planos y registros topográficos que ubicaban los cuerpos de agua en donde los contratistas harían las relimpias, se precisó que no cumplían las especificaciones técnicas y que las coordenadas presentadas en los 220 contratos viciados era la misma: el Palacio de Nariño, en Bogotá.
Más evidencias
Además de esto, el ente acusador señaló que las empresas que suscribieron los contratos con Cardique son de papel, y que al buscar información de estas y disponerse a visitarlas, casi todas estaban en direcciones falsas, y las que tenían un registro original correspondían a casas abandonadas.
Otro de los argumentos de la Fiscalía es que los oferentes para los contratos eran siempre las mismas personas jurídicas y que todos utilizaban el mismo contador, quien está imputado.
Este lunes
El juez Sexto de Control de Garantías empezó con la audiencia de medidas de aseguramiento la noche del jueves, al cual se retomará el próximo lunes.
A Olaff Puello Castillo, director de Cardique; Katherine Martelo Fernández, subdirectora de Planeación de la Corporación, y Saray Cecilia Hernández Durán y Dalis Esther Herrera Vargas, supervisoras de los contratos, les imputan cargos.
Lo mismo pasó con Bernabé Maldonado Maldonado y Fredy Javier Rodgers, contratistas de Cardique.
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