Cartagena


Gobernación de Bolívar reinaugura Monumento a los Alcatraces

ERICA OTERO BRITO

28 de agosto de 2013 01:12 AM

Con la voz de fondo, de la gran bolerista cartagenera Cenelia Alcazar, el gobernador de Bolívar, Juan Carlos Gossaín, le entregó a Cartagena el regalo prometido por sus 480 años de fundada.

Restaurado y embellecido con un entorno, apenas para contemplar la magia del mar y las heroicas murallas cartageneras, el Monumento a los Alcatraces resplandece nuevamente como el primer día de su fusión con esta emblématica ciudad, cuando el maestro Eladio Gil la entregó como un homenaje a la poesía de Los Alcatraces, del ilustre Daniel Lemaitre.

La entrega se hizo durante un acto social, al que asitió la familia de Gil e invitados de honor, entre ellos, los niños ambientalistas del colegio Salesiano, quienes se comprometieron a colaborar con el aseo del lugar.

En la ceremonia, Raquel Gil, hija del maestro Gil, recordó como su padre, por una idea conjunta, con Joaquín Franco Burgos, emprendió la aventura de crear el monumento. Inicialmente serían once aves, pero el entusiasmo por el espíritu festivo que le infundía el poema de Lemaitre, lo inspiró a hacer 23.

 

 

El monumento fue entregado a Cartagena en 1974, como un tributo, además, a ese pájaro marino que ha acompañado desde siempre al cartagenero simbolizando el tesón y la entrega por conseguir un objetivo. 

Desde su instalación a orillas del Mar Caribe, el propio Eladio Gil, siempre se encargó, de manera personal, del mantenimiento de la obra, pero desde su muerte en 2011, la escultura quedó huérfana cayendo en un deterioro cada vez más preocupante.

Así las cosas, la solución que no vino por parte de la Alcaldía, la proveyó la Gobernación de Bolívar soportada en el capítulo “Bolívar Territorio Cultural”, del Plan de Desarrollo Bolívar Ganador, que tiene por objeto conocer, valorar, proteger, salvaguardar y divulgar el patrimonio cultural del Departamento.

El proyecto de restauración fue  adjudicado  a la Fundación Grupo Conservar, que dirige el conocido restaurador Salim Osta Lefranc, el 30 de abril, de este 2013, a través de  un proceso de selección abreviada de menor cuantía.

Los trabajos se pactaron por $159 millones y tuvo tres lineamientos: la reparación estructural de los pedestales, la restauración del monumento y la adecuación paisajística del entorno.

Hoy Cartagena, nuevamente, observa congraciada como los alcatraces de las manos del maestro Gil y del alma de Lemaitre emprenden un vuelo esperanzador frente al Mar Caribe.

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