EEUU reporta abusos a DDHH en lucha antidrogas en México

Fuerzas de seguridad mexicanas incurrieron en presuntos abusos a derechos humanos en 2010 en el marco de la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, informó el Departamento de Estado en un informe divulgado este viernes.  “El gobierno federal o sus agentes estatales no cometieron ningún asesinato con motivaciones políticas; sin embargo, las fuerzas de seguridad, actuando tanto dentro como fuera del cumplimiento de su deber, mataron a varias personas, incluidos menores, durante el año”, señaló. 
El gobierno de México no había emitido ningún pronunciamiento sobre el reporte del Departamento de Estado. 
Entre los asesinatos que involucraron a fuerzas federales estuvo el homicidio de dos estudiantes universitarios en la ciudad norteña de Monterrey en marzo de 2010, a quienes soldados presuntamente confundieron con criminales, según el informe basado en reportes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH). 
También refirió el asesinato de dos niños de 5 y 9 años en junio en el estado norteño de Tamaulipas, quienes según el ejército mexicano murieron al quedar en medio de un enfrentamiento con presuntos sicarios. 
El Departamento de Estado señaló que la CNDH ha dicho que soldados alteraron la escena para hacer parecer que murieron en un enfrentamiento y no a manos de militares.  El informe destacó también el asesinato del ciudadano estadounidense Joseph Proctor en agosto en el estado sureño de Guerrero, a manos del ejército. 
Señaló que soldados le dispararon al no detenerse en un retén, por lo que algunos militares fueron arrestados y esperan ser juzgados en un tribunal castrense. 
El Departamento de Estado señaló que además de asesinatos ilegales por fuerzas de seguridad, en 2010 se registraron otros casos contrarios a los derechos humanos como secuestros, abusos físicos, condiciones de hacinamiento en las prisiones, arrestos arbitrarios, además de corrupción e ineficiencia que generan impunidad en el sistema judicial. 
Agregó que se han registrado confesiones mediante tortura y ataques contra periodistas que ha llevado a algunos medios a la autocensura.