Los residentes en el Edificio San Martín, en la avenida del mismo nombre, barrio Bocagrande, llamaron nuevamente la atención de las autoridades distritales para que se le ponga fin a una molestia ambiental que los acosa desde hace cinco años, según informaron.
Se trata de un solar en donde funcionó años atrás una especie de centro recreacional llamado “Acuarama”, el cual fue cerrado después de, aproximadamente, 4 años de funcionamiento.
Actualmente, a los vecinos del San Martín y de los edificios y residencias aledañas les molesta que las piscinas allí dejadas se fueron llenando con los aguaceros de las últimas temporadas, lo que produce insectos y malos olores que perturban a los moradores.
Adicionalmente, dicen los quejosos que, a pesar de que el lote se encuentra cerrado con vallas, a él logran penetrar habitantes de la calle y consumidores de estupefacientes, quienes también protagonizan actos sexuales y realizan necesidades fisiológicas a plena luz del día y a la vista de niños y adultos.
El Universal estuvo en el Edificio San Martín y constató que, en efecto, el local se encuentra permanentemente invadido de mosquitos que se apuestan en los cielos rasos y en las paredes.
Héctor Hincapié, vicepresidente de la administración del edificio, relató que hace 5 años el Gobierno Distrital le permitió, a una compañía española, iniciar la construcción de un hotel en los terrenos de los que fue “Acuarama”, y según él se violaron una serie de principios urbanísticos.
Se ha hecho de todo
El mencionado proyecto también provocó las quejas de los vecinos, debido a que la cons-trucción no tenía baños, los empleados orinaban a la vista de los moradores, no usaban cas-cos, demolieron unas torretas que habían servido para sostener los toboganes, una de ellas cayó sobre una heladería y sobre el Edificio San Martín y por poco produce una tragedia.
Con base en esas irregularidades, la Alcaldía Menor de la Localidad 1 suspendió las obras, después que los administradores del San Martín solicitaron saber cuál era el fundamento legal para que se le asignaran permisos a la firma española, sin haber cumplido requisitos como acta de buena vecindad y nombramiento de inspectores de la Alcaldía, quienes supervisarían que los constructores estuvieran cumpliendo con los requisitos mínimos de seguridad.
Sin embargo, los habitantes consideran que actualmente la situación es peor que hace cin-co años, “porque en ese momento había unas piscinas con agua estancada, pero ahora todo está destruido, las piscinas rotas y las aguas generando toda clase de contaminación, y sin ninguna acción de las autoridades que obliguen a los propietarios a evacuar esas aguas”, manifestaron.
Los afectados dicen haber recurrido a la Alcaldía Mayor, a la Alcaldía Menor de la Localidad 1, al EPA Cartagena, al Ministerio del Medio Ambiente e instauraron una acción de tu-tela, mediante la cual un juzgado le dio plazo perentorio a las autoridades distritales para que solucionaran el problema.
Héctor Hincapié aseguró que entre los niños del Edificio San Martín se han presentado enfermedades cutáneas por la acción de los mosquitos, síntomas de malaria y paludismo.
El Dadis está pendiente: Morelos
Por su parte, Jorge Morelos, de la Dirección de Salud Pública del Dadis, informó que en diferentes ocasiones el despacho a su cargo ha visitado los terrenos en cuestión y dado algunas recomendaciones, que han sido atendidas por las personas que están al cuidado del sitio.
Dijo que el proceso de destrucción de las piscinas se ha venido dando, pero que, en días pasados, hubo que detenerlo, ya que no se previó lo referente al control del ruido, “aunque consideramos que esta problemática, si bien no se ha solucionado definitivamente, está bastante controlada”, aseguró.
Así mismo, indicó que en estos momentos queda pendiente la evacuación de los escom-bros que generó la demolición de la estructura, “por lo cual hicimos un acuerdo con las per-sonas que están al frente del lote para que los eliminen totalmente y disminuir así los factores de riesgo”.
Morelos dio a conocer que también se contrató una empresa para la fumigación y elimi-nación de roedores, pero recalcó que su despacho está vigilante de que se cumplan todos los acuerdos durante el plazo que se estipuló.
“Dentro de 15 días volveremos a revisar para ver si se han disminuido los factores de ries-go. De lo contrario, emprenderemos las respectivas sanciones en contra de las personas que están respondiendo por el lote”, anunció.
En cuanto a la proliferación de mosquitos en las edificaciones vecinas, recomendó que ca-da una tome las medidas pertinentes para le eliminación de esos insectos, mientras el Dadis se encarga del establecimiento objeto de las quejas de la comunidad.
Habrá inspección: Lora
Entre tanto, el alcalde menor de la Localidad 1, Amaury Lora Márquez, dijo que en su despacho no existe ningún proceso relacionado con el lote del antiguo “Acuarama”, pero que en los próximos días ordenará una visita para verificar si existe algún tipo de violación a las normativas urbanísticas o ambientales, que son los frentes por los cuales debe intervenir esa instancia distrital.
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