La confirmación por parte de las autoridades de cuatro militares muertos en el departamento del Caquetá, el hallazgo de 20 cilindros bomba este sábado, la muerte de ocho personas, entre ellos un bebé de nueve meses el pasado viernes; es apenas el balance de las últimas horas en la violenta escalada lanzada por la guerrilla de las Farc este mes.
El 7 de abril, cerca del municipio del Carmen de Atrato (Chocó), guerrilleros del Frente 34, al mando de alias ‘Chaverra’, se enfrentaron a la fuerza pública en la carretera que comunica a Quibdó con Medellín, dejando como saldo seis soldados muertos.
Sólo un día después, en la madrugada, la base militar ubicada cerca a la vía que de Paujil lleva a Cartagena del Chairá, en el Caquetá, fue atacada con cilindros bomba, que no lograron hacer daño en las instalaciones militares.
El 15 de abril cuatro uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía resultaron heridos cuando fueron emboscados en la vereda Mata Redonda, en la vía Piendamó – Morales cuando el sexto frente de las Farc instalara una volqueta, cargada con 6 cilindros de gas, que contenían 240 kilos de explosivos, el ataque causó daños materiales en diez viviendas, cinco de ellas quedaron totalmente destruidas.
Pese a que las Farc anunciaron el 19 de abril que estaban dispuestas a conversar con el Gobierno de Juan Manuel Santos, el 22 de este mismo mes un soldado murió y otros tres resultaron heridos, como consecuencia de una emboscada de las Farc en zona rural del municipio de Caloto, en el norte del Cauca.
El 25 del cuarto mes del año se registraron fuertes combates en el corregimiento de El Palo, en el municipio de Caloto, en el norte del Cauca, que dejó como resultado 40 viviendas afectadas cuando guerrilleros pretendían atentar una patrulla de la Policía.
Lo peor de la escalada se desencadenó el pasado viernes 27. La guerrilla de las Farc atacó con 5 cilindros cargados de explosivos la población de Puerto Rico, Caquetá; el resultado: tres civiles muertos, entre ellos un bebé de tan solo nueve meses. Además se presentaron ataques en la zona montañosa en los límites de Miranda y Pradera, localidades del Valle del Cauca, en los cuales al menos cinco militares perdieron la vida.
Apenas 24 horas después de ese suceso el Ejército ubicó y destruyó 20 cilindros bomba, en cercanías del mismo municipio. Los artefactos estaban escondidos en la vereda Alto Londres y al parecer pertenecían a la columna móvil Teofilo Forero Castro de las Farc.
Y como una retaliación ante los últimos golpes propinados por la fuerza pública en el departamento de Risaralda, un soldado proveniente de Quinchía, murió en combates con las Farc. Este mismo fin de semana dos personas resultaron heridas en Puerto Jordán, Arauca, como resultado de la activación de un artefacto explosivo instalado por las Farc.
La emboscada de la tarde del sábado en La Montañita, Caquetá, mientras los militares destruían un laboratorio de cocaína, demuestra que las Farc están en pie de guerra, cada vez más lejos de sus anunciadas intenciones de paz.
NO SÓLO EN ABRIL
Antes de comenzar el 2012 las Farc atacaron la estación de Policía de Orito, Putumayo dónde resultaron heridos dos policías y dos civiles entre ellos un niño de tan sólo 4 años de edad.
Luego de múltiples hostigamientos y ataques a las patrullas de la Fuerza pública en los municipios de Norte de Santander y Cauca, la guerrilla atacó con artefactos explosivos no convencionales la estación de Altaquer, área rural de Ricaurte, Nariño, lo que dejó como resultado un policía muerto.
Una oleada de atentados comenzó cuando el 01 de febrero, una moto cargada con explosivos estalló frente a la estación de Tumaco, Nariño, dejando como resultado tres personas muertas.
Sin embargo, el terror estaba por azotar las vidas de los Colombianos, uno de los ataques más cruentos a la población civil por parte de la guerrilla de las Farc se dio a las 12:30 del siguiente día en la estación de Villa Rica, en el norte del Cauca, dónde un vehículo cargado con explosivos dejó como resultado 32 heridos y daños en 48 viviendas.
El 06 de febrero la columna Móvil Teófilo Forero, de las Farc, atacó una caravana de 10 vehículos que transportaban petróleo. En el incidente no se presentaron víctimas mortales.
Un día después las Farc aseguraron que no habían emprendido una escalada terrorista contra la población civil, en una declaración pública dada a conocer a través de su página web decían: Es absolutamente falso que las Farc-EP hayamos emprendido algún tipo de campaña terrorista. Nada más lejano de nuestras convicciones que las acciones indiscriminadas contra la población civil. Nuestros únicos objetivos militares son las fuerzas armadas del Estado colombiano y las bandas criminales a su servicio. Ellas tienen a su cargo la guerra y son por tanto nuestro blanco”.
Sin embargo, el 11 de febrero, tres personas muertas y 18 más heridas dejó como saldo un atentado con explosivos y proyectiles de fusil en la base militar de Villa Colombia, a 14 kilómetros de Jamundí, Valle del Cauca.
El 24 de Febrero las Farc sorprendieron al país, al sobrepasar de nuevo los límites del Derecho Internacional Humanitario. El campesino Luis Eider Dagua, de 42 años, fue torturado por milicianos de las Farc tras haberse negado a llevar un caballo bomba a la base del Ejército ubicada en Caloto Cauca.
Antes de terminar el mes, el 29 de febrero las Farc atacaron los municipios de Caldono y Timbiquí en el Cauca.
El 01 de marzo la guerrilla amenazó con un paro armado algunos municipios de Chocó y Antioquia. Por medio de panfletos intimidaron a la población civil para que se restringiera el transporte terrestre, aéreo y marítimo.
Ese mes las Farc no cesaron, al siguiente día violentas explosiones perpetradas con ‘Tatucos artesanales’ y cilindros bomba sacudieron el municipio de Timbiquí, Cauca, dejando a la población sin luz eléctrica. El ataque que duró más de 12 horas dejó como saldo ocho heridos y 14 casas incendiadas.
El tres de marzo la oleada de terror siguió su escalada, en el municipio de Puerto Jordán en Arauca la guerrilla activó una casa bomba dejando como resultado dos policías y un niño muertos.
Un día después el máximo jefe de las Farc Rodrigo Londoño Echeverri, alias ‘Timochenko’, afirmó que: “vale la pena intentar romper el círculo maldito y apostarle más bien a la reconciliación y la paz”. Pese a ello las emboscadas y los ataques contra la fuerza pública no cesaron.
EL ESTUDIO
El año 2012 ha estado marcado por el avance de la violencia en todo el país, según el Centro de Seguridad y Democracia, de la Universidad Sergio Arboleda, en una investigación sobre la violencia colombiana en el primer trimestre del 2012, “Los ataques de los grupos irregulares contra la Fuerza Pública, descendieron un 15% pasando de 115 entre enero y marzo de 2011 a 98 durante los mismos meses de 2012”.
Sin embargo, el reporte no es alentador, pues afirma que “en relación con años anteriores, durante el primer trimestre de 2012 se sigue evidenciando un deterioro de la seguridad nacional. Esto se evidencia en la persistencia del incremento de las actividades violentas de los grupos armados irregulares, y en la constante caída del número de combates contra estos grupos por parte de las Fuerzas Militares”.
De la misma manera el estudio revela que se incrementaron los ataques a las intalaciones de la Policía Nacional y las emboscadas. Además que las Farc mantuvieron su nivel operacional con respecto al mismo estudio del año anterior.
Así mismo afirma que en los 33 departamentos del territorio nacional el 42% del país sufrió ataques entre los meses de enero y marzo del 2012. El departamento que más sufrió la inclemencia del conflicto fue el Cauca con un 29% del total de los ataques.
De la misma manera el estudio revela que los ataques contra la infraestructura económica de la nación aumentaron en un 57% en comparación del año anterior, el número más alto en los últimos 5 años.
Colombia
Abril negro por causa de la guerrilla
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