Colombia


Con una llamada a la Armada, ciudadano ecuatoriano coronó su fuga del ELN

COLPRENSA

10 de septiembre de 2012 12:01 AM

Este lunes llegó a Bogotá el ciudadano ecuatoriano Orlando Sigifredo Ibarra Sarmiento, que estaba secuestrado desde hace más de dos años por el Eln y recobró la libertad luego de que uno de los guerrilleros que lo custodiaba entró en contacto con unidades de la Armada Nacional.
De acuerdo con las primeras informaciones entregadas por Ibarra Sarmiento, un administrador de empresas de 39 años de edad que se encontraba radicado en Colombia desde hace 10 años, su secuestro fue en Ipiales el 2 de agosto de 2010. “A la oficina donde yo trabajo llegaron cuatro o cinco tipos encapuchados. Y ahí estaba la camioneta. Fue en cuestión de segundos", recordó.
Ibarra Sarmiento contó que este domingo por la mañana, cuando comenzaban otra marcha rutinaria de un campamento a otro, uno de los guerrilleros que lo cuidaban le hizo la propuesta de fugarse (Lea aquí: Liberan a ecuatoriano en sur de Colombia).
“Comenzamos a marchar y salió primero un compañero, un enviado de Dios. Íbamos avanzando y avanzando y el resto de tropa (guerrilleros) venía atrás. Y él me dijo: ‘Hermano, ¿usted quiere irse para su casa?’ Yo le dije: ‘Hermano, no me mame gallo, porque usted no lo va a hacer. Usted viene atrás, ¿cómo lo va a hacer?’”, dijo el liberado.
En seguida, el guerrillero le dijo: “Hermano, hagámosle ahorita”, y comenzó a cargar el equipo. “En ese momento, comenzamos a caminar y caminar, hasta llegar a un lugar donde hay señal, porque el hombre cargaba celular, y nos comunicamos al celular que la Armada tiene por Radio Marina en Nariño, una señal que es muy buena que hace llegar hasta los guerrilleros, y en este caso me sirvió a mí porque yo me sabía el número”.
De acuerdo con el ciudadano ecuatoriano, inmediatamente después de marcar al número, llegó la Armada conjuntamente con el Ejército. El encuentro se produjo en la vereda El Tigre, del municipio de Samaniego, Nariño. “Estoy muy agradecido con ellos y con el Ministro de Defensa y, cómo no, con el señor presidente de la República de Colombia también”, dijo emocionado tras su arribo a las instalaciones del Grupo Aéreo de Transporte y Apoyo Fluvial, en Bogotá.
También contó que esa guerrilla asesinó a su padre luego de pagar por el rescate. “Me secuestraron por dinero y lamentablemente en este caso la codicia al dinero. A mi padre lo asesinaron el 31 de enero de 2012 luego de que pagó el rescate. Luego siguieron pidiendo más dinero. Esa una gente muy ambiciosa, no por la lucha de los pobres, sino por el dinero”, aseveró.
La noticia de la muerte de su papá la escuchó el primero de febrero, en una radio ecuatoriana que sintonizó en ese momento. En total, Ibarra Sarmiento permaneció 770 días secuestrado, y lo movilizaron durante todo ese tiempo por los municipios de Samaniego, Barbacoas y Ricaurte.
“Durante ese tiempo puede ver la injusticia que comenten los del Eln con los campesinos. Es una injusticia que es muy lastimoso verla. Uno, como ser humano y como hermanos que somos todos, se siente un poco triste, muy apenado. Y a la vez muy feliz porque Dios siempre estuvo conmigo lo 770 días”, agregó.
“El trato fue como a cualquier campesino. Gracias a Dios, yo tuve la oportunidad también de experimentar con mi papá, porque nosotros nacimos en un hogar humilde. El trato, gracias a Dios, a mí no me afectó. El trato, obviamente, es encadenado los primeros días, hasta el 5 de julio de 2012. Me iba ganando la confianza de los muchachos y yo era ya como un más de ellos”, recordó.
También dio detalles sobre su encadenamiento: “Los primeros 48 días eran 24 horas. Para bañarme, encadenado; para ir a la higiene, encadenado. Luego ya fue solo en la noche, y luego era cuando salían los mandos que estaban allá. De junio de 2012 para acá ya no me encadenaron, porque estábamos caminando permanente. Cada tres o cuatro días nos movilizábamos hasta tres y diez horas”.
“Me facilitaron un radio donde podía escuchar los noticieros, tenía unos cuadernos y unos libros, y lo más importante: la sagrada Biblia que logre conseguir una viejita que estaba botada en un campamento”, concluyó Ibarra Sarmiento.
El guerrillero que hasta este domingo integraba las filas del Eln entregó un fusil AK-47, cuatro proveedores calibre 7.62 milímetros, 105 proyectiles del mismo calibre, una granada de mano y una mina antipersonal con 250 gramos con explosivo tipo R1. Las autoridades gestionaron su ingreso al Grupo de Atención Humanitaria al Desmovilizado (GAHD).

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