Colombia


Filme sobre afrocolombianos desplazados por guerra civil tras Cámara de Oro

AFP

23 de mayo de 2012 12:03 AM

La cultura afrocolombiana resurge con vigor juvenil y musical en Bogotá, tras el desplazamiento de muchos habitantes de la costa pacífica a causa de la guerra en Colombia, en el filme “La Playa DC”, del bogotano Juan Andrés Arango, proyectado el miércoles en Cannes. 
Tomás, interpretado por Luis Carlos Guevara, busca abrirse paso en la capital colombiana, una ciudad tradicionalmente “blanca”, luchando permanente por sobrevivir.
En La Playa, uno de los barrios del centro de la capital de Colombia donde se ha asentado la numerosa comunidad afrocolombiana que ha tenido en los últimos años que dejar sus pueblos a causa del conflicto armado, el héroe de esta historia encontrará solidaridad. 
Tomás va afirmándose poco a poco en el oficio de peluquero, cortando cabellos a la africana, “un oficio que es herencia histórica de los esclavos que trazaban en los cabellos de los niños las rutas que les permitirían escaparse”, explicó Arango. 
“La Playa DC”, filme de la sección oficial “Una cierta mirada”, concursa por la Cámara de Oro a la mejor ópera prima del Festival de Cannes. 
Tomás ha crecido en Bogotá, donde es visto como un extranjero. “El vive en una especie de limbo, busca a su hermano, pero en realidad se está buscando a sí mismo”, añadió. 
Se estima que entre 1991 y 2006, cerca de 300.000 afrocolombianos procedentes de las costas Pacífica y Atlántica, se instalaron en Bogotá, transformándola. 
“Yo crecí en Bogotá y me di cuenta de su transformación. De ser una ciudad blanca pasó a ser mestiza, con miles de afrocolombianos en las calles. Quería mostrar a esos jóvenes, saber cómo vivían, qué pensaban”, explicó Arango en una entrevista con la AFP. 
Con el conflicto armado en Colombia la migración más nueva viene del Pacífico. Unos vienen del puerto de Buenaventura, al occidente de Colombia, y otros del departamento de Chocó, fronterizo con Panamá. 
“Es una cultura fuertemente africana que no era visible, pero que con el problema del conflicto armado salió a flote en los últimos años”, dijo. 
“Hice esta película tras una investigación de dos años. Me fui dando cuenta que mi ciudad cambiaba poco a poco con la llegada permanente de gente de la costa pacífica”, dijo. 
“Mi interés era por algo que no se había explorado: la costa caribe de Colombia ha aportado un legado cultural innegable, pero la cultura del Pacífico ha sido negada”, añadió. 
El casting para seleccionar a sus actores, contó, fue todo un proceso que se fue dando mientras hacía la investigación. “Visité 15 barrios periféricos bogotanos y encontré a Luis Carlos Guevara en Casucá, que es una de las zonas más duras de Bogotá”. 
“Hice talleres con estos muchachos afrocolombianos y fui modificando el guión a partir de las experiencias, de las vidas de ellos, de la manera cómo reaccionaban. Me daba cuenta que ellos decían las cosas de otra forma a como yo las había escrito”, añadió. 
“Los cineastas de nuestra generación cuentan la historia de una manera distinta. Películas como 'La sirga', de William Vega, y 'El vuelco del cangrejo', de Oscar Ruiz Navia, se refieren al conflicto armado, a la guerra, pero no de manera literal ni inmediata, sino como un telón de fondo”, recalcó. 
Antes de lanzarse a realizar su primer largometraje Arango, que vive actualmente en Canadá, realizó una serie de retratos de vida y documentales sobre la comunidad afrocolombiana en Bogotá.  
“Quería explorar las relaciones familiares, los contextos urbanos donde ellos se desenvuelven”, dijo. 
“Entrelacé las historias de tres hermanos que intentan buscar diferentes puertas de escape. Uno que se quiere ir de nuevo como polizón en un barco. Otro se ha perdido en la droga, en el olvido que la droga procura, tras la muerte de su padre. Y Tomas, el protagonista, está entre esos dos extremos, buscándose”, añadió. 
En “La Playa DC” el vigor de la música acompaña las errancias de los personajes. “La música es un reflejo de lo que está pasando también en la cultura. Ellos mezclan lo tradicional con su propia manera de ver el mundo, con la música hip-hop”, dijo. 
Arango citó entre sus influencias cinematográficas a Gus Van Sant, con “Elephant”, a Andrea Arnold, y su filme “Fish Tank”; al brasileño Fernando Meirelles con “La ciudad de Dios” y a su compatriota Victor Gaviria con “Rodrigo D no futuro” y “La vendedora de rosas”.

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