Con gases y quema de casa desalojan a personas en Malambo, Atlántico

Unas 3.500 personas quedaron sin dónde vivir luego de que fueran desalojadas del predio conocido como ‘La Tierra Prometida’, en el municipio de Malambo, Atlántico, al cual habían llegado hacía unos ocho meses.
El procedimiento judicial comenzó desde las 5:20 de la mañana de este lunes, ante una orden impartida por la Alcaldía  de esa localidad.
Las humildes casas que formaban parte de los terrenos donde había llegado hace ocho meses fueron  demolidas por las catapilas que habían sido enviados hasta el lugar, ubicado entre los barrios de El Milagro y ‘El Gladiador’, en el municipio de Malambo.
En cuestión de minutos las cerca de 500 casas, levantadas con cartones y plásticos, cedieron los embates de la maquinaria pesada.
Los invasores habían llegado procedentes de diferentes sectores del departamento del Atlántico, Magdalena y Bolívar, según testimonio de los propios afectados. Jackelin Antequera, una de las invasoras, explicó que ellos en ningún momento se han negado a pagar por las tierras. “Lo que queremos es conversar con los dueños y llegar a un acuerdo para el pago de los terrenos que cada uno tiene en estos momentos”, indicó.
Un total de 109 desplazados, 85 discapacitados, 250 madres cabezas de hogar, 40 damnificados, son algunos de los invasores de los terrenos de ‘La Tierra Prometida’.
Durante varios minutos miembros del Esmad de la Policía, tuvieron que lanzar gases lacrimógenos para calmar los ánimos de los invasores quienes se negaban a dejar sus viviendas y salir de los terrenos.
Varias personas resultaron lesionadas durante el procedimiento judicial.
Los requerimientos del alcalde de Malambo, Víctor Escorcia, ante el general José Vicente Segura, quien visitó las diferentes invasiones, sin que nadie se percatara de su presencia, permitió lograr la recuperación de los terrenos.
“Ahora le corresponde a los dueños de los predios, limpiarlos, cerrarlos y colocarle vigilancia privada, ya nosotros actuamos, pero es necesario que haya un compromiso por parte de ellos en acatar las recomendaciones” dijo el mandatario municipal.
En enero los primeros que se instalaron y comenzaron a construir ‘cambuches’ fueron personas residentes cerca al colegio La Candelaria, era fácil llevar madera, cartón, plástico y láminas de zinc, también se le facilitaba para oficiar como celadores. Posteriormente se sumó gente de la Chinita, La luz, Rebolo, El Ferry, ellos desplazaron a los que iniciaron el proceso ilegal de invasión.
Luz Helena Restrepo, secretaria de  Gobierno  municipal,  manifestó que los invasores interpusieron acción de tutela, esto retrasó el procedimiento legal, sin embargo los fallos favorecieron a la administración.