A las 4:00 a.m. de este miércoles finalizó en los Juzgados de Paloquemao, en Bogotá, la audiencia contra Rafael Uribe Noguera, principal sospechoso del secuestro, tortura, abuso sexual y muerte de la niña Yuliana Andrea Samboní, de 7 años de edad.
Noguera tuvo que ser escoltado y transportado en tanqueta desde la clínica Navarra hasta la sede judicial, pues varios ciudadanos intentaron lincharlo.
Durante la audiencia, que duró casi nueve horas, Uribe Noguera se declaró inocente de los delitos de feminicidio agravado, acceso carnal violento, secuestro simple y tortura.
Sin embargo el juez 79 de control de Garantías consideró que el hombre podía considerarse una amenaza para la sociedad e influir en la investigación, y por eso decidió enviarlo a la cárcel Modelo de Bogotá, a petición de la Fiscalía.
La audiencia se realizó a puerta cerrada, pues la víctima era menor de edad. Sin embargo, se conoció que en la diligencia la Fiscalía argumentó que Uribe Noguera estaba consciente cuando secuestró y asesinó a Yuliana, y que luego consumió licor y cocaína.
El reporte de la Clínica Navarra, donde fue recibido luego de que se le negara la atención en la clínica Monserrat -dedicada a la atención de enfermedades mentales-, da cuenta de que el procesado estaba en consciente cuando ingresó a consulta. Eso indicaría que el consumo de licor se produjo por lo menos siete horas antes. “Tuvo todo el día para hacer lo que hizo y además dormir”, indicó la Fiscalía.
El triage se realizó pasadas las 9:00 p.m. y en el documento al que tuvo acceso la Fiscalía, da cuenta de que Uribe Noguera reconoció que consumió tres bolsas de “perico” y una botella y media de aguardiente, cinco horas antes de llegar a la consulta.
El ente acusador además llamó este miércoles a rendir indagatoria a Catalina y Francisco Uribe Noguera, hermanos del presunto asesino, pues hay información que los señalaría como responsables de alterar la escena del crimen lavando el cuerpo de Yuliana con una sustancia oleosa.
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