El partido final entre Bolívar y Sucre es otra prueba fehaciente que en el béisbol no hay nada escrito y que por eso es el “rey de los deportes”.
La Copa Virgen de La Candelaria, en la categoría preinfantil, no pudo tener un mejor desenlace que el vivido ayer en el estadio del Club de Leones.
Bolívar, como el ave Fénix, surgió de las cenizas en dos ocasiones cuando estaba casi vencido, para llevarse el título de manera dramática ante un digno rival como Sucre, que vendió cara la derrota 7-6 en ocho entradas (extrainning).
Quedó otra vez demostrado que a Bolívar no se le gana fácilmente, que los equipos rivales tienen que dar un extra para poder vencerlo en franca lid.
Sucre se fue arriba muy temprano en el marcador al fabricar dos carreras en la parte alta del primero episodio y aumentó la ventaja en el siguiente con una más.
Bolívar descontó con una rayita en la baja del segundo, pero la angustia continuaba porque el pitcheo de los visitantes estaba muy sólido.
En el sexto, los locales empataron el juego a tres carreras y los corazones de todos los jugadores, técnicos y público asistente palpitaban aceleradamente.
En el séptimo acto se presentó una situación que ojalá nunca se repita en un juego porque está por encima el espíritu de competencia de los niños que los intereses particulares de los mayores.
No hubo una buena comunicación entre el anotador, el árbitro y los técnicos de Sucre con relación al número de lanzamientos de los lanzadores.
Hubo un posible confiscamiento del juego hacia la delegación de Sucre porque su lanzador se había extendido en sus pitcheos (60). Los técnicos de Sucre protestaron ante el anotador tras el festejo de Bolívar porque es deber del anotador informar el número de pitcheos con previa antelación. El juego se paró por la polémica.
Afortunadamente, el presidente de la Liga de Béisbol de Bolívar, David Ward tomó la sabía decisión de continuar el juego para que se decidiera en el terreno.
Y así fue. La final se decidió como debía ser, con los niños mostrando sus habilidades en el campo de juego, luchando por sus colores.
En el octavo, en la definición por “muerte súbita”, Sucre atacó con todo y logró anotar tres carreras, las cuales parecían definitivas para llevarse el título.
Pero en la parte baja vino lo que perecía muy difícil: que Bolívar volteara la torta. Después de un out en la pizarra los dirigidos por el mánager Pedro Palencia lograron anotar tres carreras que empataron el juego. Y con dos outs, y con corredores en circulación, Jean Paul Tamayo conectó una línea por el jardín izquierdo que envió a la goma a Joaner Gaviria con la carrera del título.
El tercer lugar fue para Atlántico que derrotó a Cartagena 14-13, también en ocho entradas (extrainning).
Al final, los ganadores fueron los niños, que dieron un gran espectáculo.
Hoy, semifinal infantil
Hoy se realizará la semifinal en la categoría preinfantil de la Copa Virgen de La Candelaria.
Estadio Club de Leones; las 9 a.m. Sucre vs. Atlántico:11 a.m. Bolívar vs. Corregimientos.
Resultados de ayer:
Corregimientos 13, Atlántico 1; Corregimientos 8, Fuerzas Armadas 4; Atlántico 45 Fuerzas Armadas 4.
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