Columna


Trabajo informal

JAIME BONET

07 de mayo de 2017 12:00 AM

Con ocasión de la celebración del Día Internacional del Trabajo, la Universidad del Rosario presentó un estudio que muestra que el 65% de los empleados en Colombia son informales, es decir que no están afiliados al sistema de seguridad social. De acuerdo con el estudio, solo 7,8 de los 20 millones de trabajadores ocupados están cubiertos por seguridad social. Una noticia poco alentadora que obliga a preguntarse por qué hay una informalidad laboral tan elevada.

Uno de los primeros argumentos que suele usarse para explicarlo es que el costo de la mano de obra en Colombia es muy alto, en especial los llamados costos no salariales, los cuales antes de los cambios del 2012 podían alcanzar hasta un 60,3% del salario. De este porcentaje, al empleador le correspondía pagar 52,3% y a los empleados 8%, mitad para salud y mitad para pensión. En pocas palabras, si a una persona se le pagaba un salario de un millón de pesos, el empleador debía pagar 523 mil pesos más en contribuciones a pensión y salud, riesgos profesionales, parafiscales (Sena, Icbf y Cajas de Compensación) y vacaciones, entre otros.

Para corregirlo, en la reforma tributaria de 2012 el gobierno nacional aprobó reducir los costos no salariales del empleador por contribuciones a la salud, Sena e Icbf, que correspondían al 8,5%, 2% y 3% del salario, respectivamente. Eliminar estos pagos representó una reducción total de 13,5 puntos porcentuales en los impuestos de nómina para los trabajadores que ganaran hasta 10 salarios mínimos, que no estuvieran trabajando en empresas públicas u ONG, y que al menos emplearan dos personas.

Auncuando la reducción en costos no fue despreciable, las evaluaciones no muestran un impacto significativo en la generación de empleo formal. Un trabajo de Leonardo Morales y Carlos Medina, del Banco de la República, estima que el incremento del empleo en el largo plazo sería de 600 mil nuevos puestos. Si consideramos que tenemos 20 millones de trabajadores ocupados, el impacto sería solo del 3% de estos.

Algunos autores argumentan que el bajo impacto de la reducción de los costos no salariales se debió a que, para compensar el menor ingreso del gobierno, se creó el impuesto CREE. Como resultado, las empresas, aunque tienen un menor costo laboral, vieron afectadas sus utilidades con un mayor pago de impuestos. Este tema debe seguir estudiándose para encontrar las causas reales de la alta informalidad laboral y adoptar políticas que ayuden a reducirla. 

jbonetmo@banrep.gov.co

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