Facetas


¿Quién debe "atender" a quién?

¿Quién no ha escuchado la frase “la mujer debe atender al hombre”? Seguro muchas veces, y no solo del género masculino, incluso también de mujeres, de las mamás o las abuelas.

En la sociedad actual, aun cuando trabajan y aportan en los gastos de la casa, las mujeres son las “administradoras del hogar” y por tanto, aunque tengan servicio de empleadas domésticas, tienen responsabilidad total en estos asuntos.

Hace unos días, el cantante mexicano Julión Álvarez causó controversia en su país y en las redes sociales por unas declaraciones consideradas machistas y misóginas.

“Me agrada que les guste agarrar un trapeador, porque puede estar hermosa y ser buena para lo que sea, pero si no tiene ese detalle, pues para mí no sirve”, dijo el cantante en entrevista a una revista mexicana.

Además, el intérprete de música de banda, que manifestó estar educado a la “antigüita”, contó: “Me gusta mucho que mi esposa me prepare caldos, quesadillas y mariscos. Si a las tres de la mañana quiero un caldo, se para a hacerlo, ¡la verdad es que me saqué la lotería!”. Después de la polémica se defendió y afirmó que él también se encarga de los oficios de su hogar y nunca tuvo intención de ofender a las mujeres.

¿Educado a la “antigüita”? A buen entendedor, pocas palabras. Sencillo, le gusta que su mujer lo “atienda”. Una de las definiciones de la Real Academia Española para esta palabra es: “Acoger favorablemente, o satisfacer un deseo, ruego o mandato”.

¿Deseo o mandato?
Dejemos que cuatro hombres y tres mujeres respondan.

Ricardo* : “Yo no quiero una sirvienta, pero sí me gusta que me atiendan. Para mí significa que están pendientes de uno. Es un buen gesto, por ejemplo, que me lleven la comida, así como hay cosas que a las mujeres les gusta y en las que los hombres podemos complacerlas. Es un gesto de cordialidad, no de machismo. Ya esos tiempos en los que la mujer era la que debía hacer todo en la casa cambiaron. Ahora estamos en las mismas condiciones, ellas trabajan, son más independientes y tienen las mismas posibilidades que un hombre. No soy machista porque me toque arreglar una tubería así como tampoco lo soy porque arregle la cama”.

José*: “A mí me gustan las mujeres hacendosas, que estén pendientes de las cosas de la casa, porque yo soy así y no tengo reparos en organizar la casa o recoger el desorden. No me considero machista por eso”.

Oswaldo*: “Pienso que ambos se pueden atender. A la mujer también hay que atenderla, acariciarla y consentirla. Por el hecho de ser la esposa no quiere decir que deben hacer todo lo del hogar. Las cosas no son como antes y en las labores del hogar deben ayudarse mutuamente”.

Lácides*: “Eso está mandado a recoger. Hoy aportamos por igual tanto en el hogar como en las diferentes partes y no se les puede atribuir a las mujeres atender al hombre. El hombre debe atender a la mujer y la mujer al hombre. De eso se trata en una sociedad que ha evolucionado y en la que la mujer ha podido hacer valer sus derechos. Ella, que antes estaba muy sometida a la casa, ahora puede hacer tanto o más que lo que pueden hacer los hombres”.

Catalina*: “Ambos tienen un compromiso y por lo tanto cada uno tiene su función y debe cumplirse según lo que se ha pactado. No estoy de acuerdo que el hombre quiera que la mujer sea quien haga todo. Los dos, como pareja, deben hacer las cosas en común acuerdo. Algunos creen que las mujeres son sus empleadas y no sus compañeras. Así como la mujer atiende al hombre porque le nace, ya sea porque lo ama, lo quiere y no porque esa sea su responsabilidad, su obligación; el hombre también debería hacerlo”.

María Fernanda Moreno y Marcela Peláez, autoras del blog Susana y Elvira, quienes lanzaron en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, Filbo, su libro “Con fecha de vencimiento”, en el que exploran “los deberes e imposiciones” que vienen con ser mujer en una sociedad, criticaron estas exigencias atadas a los géneros.

“Esta idea de que la mujer limpia y cuida y el hombre provee y protege lo único que hace es asignar cargas e imposiciones que no nos están funcionando como sociedad, sobre todo porque ya las mujeres ocupamos el 40% de la fuerza laboral, según la Organización Internacional del Trabajo. Esto significa que el 40% de los ingresos y el 40% de la producción están en manos de las mujeres en todo el mundo. Esto además hace que nosotras tengamos nuestro propio sustento y ese rol de proveedor único, del hombre, ya está un poco desvirtuado porque también estamos ayudando a traer el sustento a la casa. Así que este tema de atender al otro es un poco anacrónico y pasado de moda, sobre todo porque nosotras ya no estamos todo el día en la casa limpiando y cuidando”, señalaron.

Las feministas dejan claro su desacuerdo con la idea de que “la mujer debe atender”. “Así como en estos momentos la producción económica es de ambos lados la atención también debe ser de ambos lados. No tenemos nada en contra con que un día digamos voy a hacerle comida a mi novio o a mi esposo, porque es lindo hacerlo, pero no debe ser la expectativa. Igual ellos pueden hacer lo mismo por nosotras, por ejemplo, si llegamos tarde del trabajo. No tiene absolutamente nada de malo”.

María Fernanda, quien además es periodista y politóloga, dice: “muchos hombres le hacen juego a ese machismo según el cual las mujeres tenemos unos roles y ellos tienen otros. Creo que están mintiendo al decir que no son machistas y que les falta un caminito por andar. Si yo en ocasiones llego tarde del trabajo espero que él haga la comida y que nos turnemos o que si yo salgo antes que él todas las mañanas él tienda la cama. La expectativa de que sea la mujer la que se encargue de esto hace a ese hombre machista y que está diciendo mentiras”.

En cuanto a las manifestaciones de afecto, la psicóloga María Fernanda Muñoz agregó que muchas mujeres hacen cosas para agradar a su pareja y esperan que eso también ocurra cuando se trata de ellas.

“No se trata de que sea a la antigua o actual, sino de cómo cada pareja concrete administrar su relación. Es una relación que se construye de dos. En cuanto al machismo, muchas veces lo permitimos las mujeres, y el feminismo también. Debe haber una línea muy delgada entre esos dos conceptos porque a veces uno quiere una cosa y no está dispuesto a hacer otra, entonces él es machista pero yo no estoy dispuesta a hacer tal cosa porque soy feminista. Lo importante es llegar a acuerdos, porque el punto es que estamos en una sociedad que nos hace olvidar que somos iguales. Si no hay esos acuerdos cada quién va a pedir de acuerdo a lo que ha visto en su familia, a la cultura de donde viene y a lo que necesita que la otra persona haga por ella y es ahí donde caemos en errores”, agregó la psicóloga.

Las mujeres han demostrado que así como son excelentes madres, esposas y amas de casa, también son brillantes en la universidad y en el trabajo. La mayoría ha podido desempeñar todas las actividades de la mujer en la sociedad, una sociedad machista que poco a poco y con mucha lucha va entendiendo que tenemos los mismos derechos, deberes, responsabilidades y oportunidades.

¿Quién debe “atender” a quién? Para esto no hay un género designado, independientemente de las responsabilidades pactadas en la relación, cada quien “atiende”, consiente, o tiene un gesto con su pareja por amor o cariño y no por obligación. Eso dicen las especialistas... ¿qué cree usted?

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