Carmen de Sierra, desarrollo humano y calidad educativa

El tema educativo ha sido y será la principal preocupación de todos los gobiernos. Si bien la formación del ser es su principal misión, el tema laboral no es renuente al mismo, pues precisamente hacia allá se encamina todo.
Prepararse, trabajar, ser productivos desde su propio conocimiento, pero ante todo crear empresa, es el propósito de este proceso llamado Formación para el trabajo y el desarrollo humano, que se fundamenta en los requerimientos actuales, donde la necesidad de un empleo digno y coherente con las expectativas es la constante.
En este orden de ideas, el programa bandera de este proceso es la calidad educativa, por lo que su sistema de gestión integrado de calidad, permite a los estudiantes una preparación con altos estándares de desempeño, indica Carmen Hernández de Sierra, directora de la Corporación Educativa Tatiana Sierra.
Carmen además de ser Administradora de empresas, tiene inclinaciones por el arte, la imagen, etiqueta y el protocolo, es observadora del ser y en su afán de la formación de las personas, llegó a tomar estos lineamientos para su institución.
En lo pedagógico, advierte Carmen, lo importante actualmente es desarrollar en las personas habilidades y destrezas que le permitan integrarse rápidamente al mundo laboral, que es un tema preocupante en Colombia, porque si bien las tasas de desempleo han bajado, la competitividad sigue siendo signo de alarma en comparación con otros países.

Formación por competencias
Esta nueva fase educativa que se experimenta en Colombia y en este caso en Cartagena, se basa en las competencias, lo que quiere decir, que se alistan en sus programas desde lo que el sector productivo requiere, para ubicar sus perfiles laborales, advierte Carmen de Sierra.
Es un reto que se apoya en lo que anteriormente se llamó Educación no formal, teniendo como diferencia que las actuales certificaciones tienen una validez formativa, que permite articularse con la educación técnico-profesional y la tecnológica y superior.
En este caso, las instituciones de formación para el trabajo y el desarrollo humano, tienen un enorme compromiso, toda vez que la calidad de educación debe ser muy alta, igualmente la responsabilidad que representa para entregar al mercado laboral buenos egresados.
Esta división educativa es la llamada a formar en todos los oficios que hay en el país y que están en la clasificación nacional de ocupaciones, por lo que sus egresados son el primer peldaño en la cadena productiva, de allí la necesidad de una alta calidad en su preparación, advierte Carmen.
La ventaja tal vez más significativa de este proceso es el perfil de los egresados, la mayoría se distinguen por el emprendimiento empresarial. Más que trabajar, generan empleo al hacer empresa, dando un alto margen a la productividad del país.
De alguna manera en lo que a formación se refiere, se ha vuelto a lo básico, indica Carmen de Sierra, por lo que oficios de chef, estética, peluquería y labores afines, se imponen dando a su vez un manejo de tiempo en la persona y trabajo ubicado en su misma casa.
Cartagena ha demostrado aceptación por este tipo de educación, la cual pasó a ocupar el interés de muchos jóvenes, equilibrando la mentalidad de muchos y fomentando ante todo, el emprendimiento.