Cartagena


Crisis de los contenedores en Cartagena: a comprar los regalos de Navidad

Para bien o para mal, el mundo está interconectado. Un refrán dice que el aleteo de una mariposa en China puede provocar un huracán en Latinoamérica, pero, en este caso, se trata de una crisis mundial.

Si tiene sed, y al abrir la próxima Coca-Cola su botella huele a metal, no se preocupe, es el vestigio de una crisis mundial en el comercio marítimo. La internacional de bebidas gaseosas, en aras de mantener a flote su negocio, está transportando su producto en graneleros, buques que normalmente se utilizan para trasladar metales y carbón.

Esta alternativa que mueve cargas, a granel, en cajas sobre la cubierta y no en contenedores, es una salida de muchas multinacionales a la llamada crisis de los contenedores. Una de las mayores afectaciones del transporte marítimo de la historia, detonante de incremento de precios y escasez de productos en todas las latitudes del planeta. (Le puede interesar: Cartagena, en la cúspide de la operación portuaria)

El Puerto de Cartagena, según indica un vocero, es el mejor conectado de Sudamérica. Por esa potencia estratégica muchas personas se preguntan cómo serán las afectaciones socioeconómicas de la crisis, especialmente, ¿cómo sufrirá el bolsillo del ciudadano de a pie?

La crisis

Su nombre está relacionado con los protagonistas de la afectación, ya que son las cajas metálicas de colores que alojan mercancías de todo tipo, las que escasean, afectándose la disponibilidad para transportar productos de Asia a occidente. Por ende, los precios de fletes están por los cielos y hay largas filas de espera, por contenedores disponibles, de las transportadoras y empresas de comercio exterior.

En septiembre de 2020, con lo que costaba un flete de China a Estados Unidos, un colombiano podía comprar un carro de segunda mano con quince años de antigüedad. Hoy, con el precio actual del flete, puede ir a un concesionario y salir con una camioneta último modelo. De 4 mil a 20 mil dólares. Se quintuplicó el precio.

Reciba noticias de El Universal desde Google News

En Latinoamérica estas fluctuaciones dejan de ser datos fríos o mera estadística para convertirse en la cuerda floja para muchas empresas. En esta variación de precios, las empresas grandes compran al por mayor; y las pequeñas, con poco poder de negociación, ya comienzan a hacer cuentas para no quebrar, como informó el propietario de una empresa importadora cartagenera que prefirió reservar su identidad.

Esta crisis es uno de los golpes más fuertes de la COVID-19 a la economía mundial, ya que la cuestión no se relaciona con la inexistencia de contenedores para la demanda global, sino que están en puertos lejanos a países productores como China, India, Vietnam y Bangladesh. Por las restricciones pandémicas, barcos cargueros, mayormente provenientes de China, no pudieron volver a cargar los contenedores con nuevos productos para llevarlos de regreso a Asia, por lo que muchos de estos están amontonados en puertos americanos y europeos. Y materias primas y mercancías como juguetes, repuestos mecánicos y tecnología, no tienen cómo salir de oriente.

El segundo factor que alimenta la crisis, según economistas, son las interrupciones en la fluidez del tráfico marítimo con relación a la cancelación de operaciones de puertos chinos por la temporada de tifones y el control de la pandemia.

El efecto dominó provocó una congestión de barcos que esperan en largas filas para descargar sus mercancías, produciendo cuellos de botella en los puertos más importantes del gigante asiático. Además, alternativas como la de Coca-Cola, frente a los incrementos en el precio del flete, aumentan el tránsito de los barcos alquilados para transportar la mercancía. Un caos alimentado por varios flancos.

Impacto en Cartagena

En lo que va del 2021, según datos de la Capitanía de Puerto de Cartagena, se tiene registro de 2.521 arribos de buques de carga, tanto contenedores, carros, granel, químicos, carga general, entre otros. En Cartagena hay habilitadas 24 instalaciones portuarias, las condiciones del canal navegable permiten el arribo de diferentes tipos de buques. Buques de hasta 360 metros de eslora (largo).

Desde el Puerto de Cartagena precisaron que se han presentado retos operativos, ya que algunos buques llegan con retrasos o con mayor volumen de carga del esperado, o ambas situaciones, lo cual genera situaciones operativas que la organización sortea, por el momento, gracias a su experiencia.

“Alguien tendrá que pagar por estos costos logísticos y, posiblemente, serán los consumidores”, señaló Willy Shih, investigador de Harvard, en torno al hecho de que las empresas ya analizan cómo aumentar sus precios por los costos de fletes e importación.

El importador local consultado indicó que “habrá empresas pequeñas que no sobrevivan a esta crisis por los preocupantes problemas económicos”.

80%
de los bienes que se consumen en el mundo se transportan por vía marítima.

Una gran parte del comercio se afectará por las alzas de costos. Una preocupación del sector es armonizar el alza de precios con la comprensión del cliente. Establecimientos como ferreterías y tiendas pequeñas de instrumentos musicales ya sufren la reticencia de consumidores que no pasan de mirar la vitrina.

La construcción tendrá efectos negativos con el aumento del precio de materias primas como el vidrio, el acero y el hierro, entre otras. Además, muchas de las firmas tendrán que buscar otra opción para sus campamentos provisionales con la escasez de los contenedores que usan tradicionalmente.

Industrias de la ciudad que importan materias primas para su producción se verán afectadas. Por ejemplo, la industria de confección textil y los fabricantes de pinturas. El precio del papel, proveniente de China, tienen con calculadora en mano a las litografías y con escasez del material.

Los conductores de carros, motos y bicicletas sufrirán el alza de precios en repuestos y llantas. Y los amantes de la tecnología gastarán más recursos o pospondrán la compra de componentes tecnológicos como tarjetas gráficas, chips y componentes.

En el sector agropecuario ya ha comenzado a afectar el bolsillo de los agricultores por los precios inflados en pesticidas y fertilizantes con los abonos nitrogenados como la urea. Estragos similares se presentan en el gremio de la madera y la industria mueblera, en torno a pagar fletes, logística y proveedores.

Muchos emprendimientos están teniendo inconvenientes para conseguir un espacio con una naviera para exportar sus productos. Sus bodegas llenas y sus bolsillos vacíos.

Afectación al empleo

Según Oscar Maldonado Pájaro, docente del área naviera, portuaria y logística, hay mucha población en Cartagena que trabaja directa e indirectamente con el comercio exterior. Si merman las operaciones logísticas de importación y exportación, por retrasos de barcos, personas como operarios portuarios, conductores, estibadores y contratistas por horas se verán afectados por las dinámicas comerciales derivadas. “Un descalabro mundial”, definió el académico a la crisis.

Navidad en septiembre

Los juguetes son los que ocupan más espacio en las cartas a Papá Noel. Los costos de dichos artículos han aumentado en más del 50% en varios países latinoamericanos, incremento que tiende al alza en los próximos meses, debido a la escasez de productos, la crisis de contenedores y las alzas de precios del transporte marítimo, que será colosal en Navidad. Es por esto Steve Lamar, director ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Ropa y Calzado, recomienda comprar los regalos del árbol ahora.

Es una dinámica que ya muchas importadoras de la ciudad están evaluando, ¿anticipan sus solicitudes de mercancía navideña frente a la complejidad y escasez que se avecina?

¿China y una guerra comercial?

Hay expertos que opinan que la crisis y sus causas no son espontáneas, sino parte de una guerra comercial. China tiene ocho de los diez puertos más activos del mundo, los cuales, por restricciones de bioseguridad, trabajan a media máquina.

Según Maldonado Pájaro, las empresas chinas están fabricando menos y las entregas se retrasan por los controles anticovid, afectando así a un planeta interconectado en términos comerciales.

Desde muchos sectores señalan que todo se trata de una estrategia bélica comercial, lo que fomenta el activismo en pro de fortalecer industrias nacionales y consumir productos locales, como por ejemplo: comprar en los mercados campesinos antes que rendirse a las conspiraciones.

El Puerto de Cartagena interpreta la crisis como una revolución que invita a repensar muchas cosas y romper paradigmas.

¿Cuánto durará la crisis?
Para los expertos aún es imposible definir una salida. La inflación creciente y la crisis del transporte marítimo dan a pensar que continuará por gran parte del próximo año. Los elementos que causaron la crisis, muy relacionados con la COVID-19, se alimentarán con la vigencia pandémica y nuevas mutaciones que agravarán el problema por las interrupciones logísticas.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS