Cartagena


“Dependemos de los hornos crematorios”: funerarias

Aunque la Alcaldía asegura que los problemas en el traslado de cadáveres fueron superados, ciudadanos siguen denunciando inconvenientes. Funerarias aseguran que el problema es la capacidad de hornos.

SOFÍA FLÓREZ

06 de junio de 2020 12:00 AM

La polémica por la acumulación de cadáveres en las clínicas, hospitales y casas, así como su disposición final, sigue vigente, pese a que el alcalde de Cartagena, William Dau, a través de un video publicado en sus redes sociales explicó que “eso fue un problema muy temporal que ya quedó solucionado”, y asimismo la directora del Dadis, Johana Bueno, dijo que “la acumulación de cadáveres se debió a un conflicto que había entre las diferentes IPS y las empresas de servicios funerarios”. (Lea aquí: Cuerpos de fallecidos por Covid-19 no se pueden cremar sin autorización)

Precisamente ayer, la veeduría de salud Color Esperanza expuso que se siguen presentado demoras en el retiro de los fallecidos en las clínicas y residencias. “En la clínica San José de Torices permanece un cadáver con más de 52 horas, se ha hecho el llamado a las entidades y ninguna ha tomado cartas en el asunto, no es temporal como lo dijo el alcalde, no se han tomado las medidas de fondo a esto que es bastante preocupante, esa negligencia puede incrementar los contagios”.

Igualmente, el viceministro de Salud, Alexander Moscoso, indicó recientemente en un debate del Congreso que la única ciudad con problemas en el manejo de cadáveres es Cartagena.

“En términos generales, no tenemos dificultades con esto en el país. La única ciudad con problemas es Cartagena. No es necesario tener la determinación -diagnóstico- de COVID para hacer la disposición final del cadáver. Entiendo que algunas poblaciones por temas culturales prefieren enterrarlos y no la cremación, y eso puede estar recargando la disposición final del cadáver; por eso en la medida en que mejoremos -la toma y entrega- de muestras, esta situación se puede mejorar más rápido”.

Funerarias hablan

Al consultar algunas de las empresas de servicios funerarios de la ciudad, manifestaron que si han habido retrasos ha sido porque muchas veces los familiares no logran un acuerdo respecto a si el cuerpo será cremado o sepultado, pero principalmente por la disponibilidad que haya en los hornos crematorios.

Es de recordar que en Cartagena solo funciona un horno crematorio, en el cementerio Jardines de Cartagena, el otro que brinda sus servicios a la ciudad hace parte de la jurisdicción de Turbaco, en el cementerio Jardines de Paz.

“Nosotros dependemos de los hornos crematorios, ellos tienen que contestar porqué son los retrasos, como empresa de servicios funerarios contratamos a los hornos, y desde que comenzó la pandemia, nos asignan un turno, nosotros debemos esperar y procedemos a llevar el servicio. Operativamente cuando se le ofrecen los servicios al familiar, algunos aceptan la cremación y en otras no, cuando sucede esto, muchas familias empiezan en una discusión interna y se retrasa el proceso. En Cartagena sí puede que se esté presentando un retraso pero no es tan exagerado”.

Desacuerdo

Este medio conoció que a través de la circular AMC-CIR-000105-2020, la directora del Dadis le recuerda a las Entidades Administradoras de Planes de Beneficio (EAPB), las funerarias y el personal de la salud, los protocolos de disposición de cadáveres.

Entre las obligaciones se destaca que las EAPB deben tomar muestras de las personas fallecidas, hospitalaria o domiciliaria, en caso de ser sospechosos, dentro de las 6 horas siguientes al deceso y adelantar las gestiones para que los resultados de laboratorio se produzcan a más tardar dentro de las 12 horas siguientes a la toma de la muestra a fin de evitar cremaciones innecesarias.

En la misma misiva, se le pide a las funerarias, entre otras cosas, solo pedir la certificación de la causa de muerte, pedir el consentimiento informado para cremaciones de cadáveres con diagnóstico de sospecha COVID-19 y disponer de espacios adecuados para ubicar transitoriamente los cadáveres con sospecha COVID-19 mientras se dirime la mejor decisión, ya sea por cremación o por sepultamiento.

Sobre este último punto un vocero de una de las funerarias se mostró en desacuerdo, asegurando que es trasladar el problema de un sitio a otro.

“Dicen que retiremos rápido el cuerpo de la clínica y lo tengamos en la funeraria, y que en las funerarias debemos tener depósitos, con esto lo que hacemos es que el foco de contaminación lo vamos a sacar de la clínica a la funeraria y la ley dice que se debe trasladar directamente al cementerio, no pede ser que vaya en contravía con la ley nacional, o que nos aclaren eso, porque no se está resolviendo el problema inmediato sino trasladándose”.

¿Sobrepasan capacidad?

Adicional a esto, de acuerdo con el informe hecho por el Establecimiento Público Ambiental (EPA), en una visita hecha al horno crematorio que tiene jurisdicción en Cartagena, tras denuncias de los vecinos por emisiones de humo, se precisó que actualmente a raíz de la emergencia sanitaria se ha incrementado el número de cadáveres para cremación. “Hoy se creman alrededor de 10 cadáveres, cuando antes de la pandemia se cremaban 4 cadáveres al día, operando así, sobre la capacidad instalada (4)”.

“Adicionalmente, los hornos crematorios para operar adecuadamente deben mantener una temperatura en la cámara de combustión de 750 °C y 900°c en la cámara de postcombustión, demorando esta alrededor de 2 horas, seguidamente, se espera el enfriamiento del horno para el retiro de las cenizas, y se inicia nuevamente otro proceso de cremación con el precalentamiento del horno hasta que alcance las temperaturas de operación (750 y 900°C), esta situación es reiterativa, con el agravante de que en la medida que aumente el número de cremaciones realizadas en el día, el tiempo de enfriamiento aumenta desde 45 minutos aproximadamente después de la primera cremación, hasta dos horas aproximadamente, después de la tercera cremación, esto significa que actualmente por el número de cremaciones es posible que no se estén dando los tiempos necesarios para reiniciar el horno en las condiciones adecuadas de temperatura, lo que puede traer como consecuencia una mala combustión, reflejada a través de la emisión de humo negro”.

Debido a esto, el EPA solicitó un informe detallado sobre las medidas a tomar por parte del operador del horno y los protocolos a establecer por la pandemia.

Protocolos
El Dadis aclaró que en el protocolo del Ministerio de Salud existen dos formas de disposición final de los cadáveres, uno es la cremación y el otro es la sepultura. Quienes deben dar la autorización de cremación o sepultura son los familiares. Los lineamientos para la disposición de cadáveres con COVID-19, contempla que los cuerpos deben mantenerse íntegros y limitar al máximo su manipulación, teniendo especial atención al movilizar o amortajar el cadáver evitando contacto directo con fluidos o heces fecales, utilizando en todo momento máscaras de filtración FFP2 o N95 (...), los prestadores de servicios de salud (EPS) deben envolver el cuerpo sin vida en doble bolsa específica para cadáveres de 150 micras o más de espesor, resistentes a la filtración de líquidos.

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