Estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado, por poco le cuesta la vida a Rolando Pérez, quien da vida a uno de los personajes culturales más representativos de Cartagena y el país: Lucho Colombia.
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Hace una semana, mientras atendía a clientes de su establecimiento comercial en la Plaza de Santo Domingo, del Centro Histórico, se registró una discusión en la zona en la que se vieron involucrados turistas y supuestos artistas callejeros, que terminó de la peor forma cuando uno de los que ofrecían sus servicios a los visitantes agarró un caracol y lo lanzó, con tan mala dirección y suerte que su destino fue la humanidad de Rolando.
El querido Lucho Colombia, emblema de las Fiestas de Independencia de Cartagena, recibió el impacto en la cabeza y parte del rostro, lo que lo hizo caer de inmediato al suelo inconsciente. El golpe, al parecer, le produjo una fractura en el cráneo y le tiene seriamente comprometido un ojo.
Los cuidados médicos los recibe en la clínica Blas de Lezo, luego de ser remitido desde el Hospital de Bocagrande.
“Un artesano lanzó un caracol que cayó sobre el rostro de nuestro gestor cultural, que sigue en evaluación por especialistas. Él está consciente y confiando en Dios que saldrá bien librado de este brutal y demencial acto de violencia en Cartagena”, señaló el también actor festivo Léster González.
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“Está triste”
Amigos del afectado contaron que se encuentra muy triste, y que se requirieron 19 puntos de sutura internos y otros 15 puntos externos para suturarle las heridas.
“Él estaba atendiendo a sus comensales cuando ocurrió la pelea, un muchacho cogió un caracol y lo tiró, dándole a Rolando en la cara. El golpe fue tan grande que al caracol le quedaron pegados los bellos de la ceja. Él está muy triste, casi no se deja ver, el rostro lo tiene desfigurado y está muy preocupado con la fractura en el cráneo, además siente una presión en la cavidad del ojo, lo están valorando en una clínica oftalmológica”, detalló una amiga del gestor cultural.
Lo creó con el propósito de encarnar las diferencias culturales que tiene el país. Se desveló pensando en el nombre: Juancho Alpargatas, Toño Mochila, Pepe Sombrero. Y miró el mapa de la nación para armar una vestimenta que fuera una síntesis de lo indígena, lo africano y lo europeo. Al amanecer, el nombre resurgió de sus entrañas: Lucho Colombia.
Con su vestimenta simbólica: sombrero vueltiao sinuano, mochila indígena, alpargata, pantalón verde, perrero, pacholón rojo, machete y una bandera de seis metros de alto, 5 metros de largo y 2 metros y medio de ancho, que además de los tres colores nacionales tiene una franja blanca, Lucho Colombia empezó a recorrer los pueblos más recónditos del Caribe colombiano y el país, tras los festivales folclóricos y culturales de la nación.
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