Cartagena


Peajes en Cartagena: ¿hay que eliminarlos o darles otro uso?

La ciudadanía ha protestado varias veces para que estas casetas de cobro dejen de operar; sin embargo, ha quedado de lado el debate de las implicaciones que esta decisión tendría.

ANGIE GOEZ AHUMEDO

08 de febrero de 2021 12:00 AM

El 25 de enero de 2021 el alcalde de Cartagena, William Dau, envió un oficio a la procuradora General de la Nación, Margarita Cabello, solicitando su intervención para coadyudar a suspender el contrato con la Concesión Vial, que data del 31 de diciembre de 1998.

La principal razón es el presunto detrimento patrimonial de $300 mil millones hallado por la Contraloría General en medio de un proceso de responsabilidad por las presuntas irregularidades en el contrato de peajes en la ciudad.

“La Tasa Interna de Retorno (TIR) pactada en el contrato de concesión como remuneración del concesionario se alcanzó desde al año 15 de ejecución del contrato, encontrándonos actualmente en el año 22. Se hace inminente que, mientras se toma una decisión definitiva por parte de las autoridades competentes en la materia y/o se agoten los trámites administrativos de naturaleza contractual, se suspenda el contrato para evitar que el eventual multimillonario detrimento patrimonial siga aumentando”, señala el documento.

La actuación del alcalde es un paso firme que da luego de sus múltiples declaraciones sobre su deseo de una Cartagena sin peajes, aún más después de que la Contraloría General aclarara que no puede ordenar la suspensión del recaudo y el pago de los peajes, ni ordenar levantar las talanqueras, pues es competencia de un juez.

En ese sentido, según manifestó Uriel De Arco, gerente de Edurbe (empresa supervisora e interventora del contrato), en este momento el avance del mismo es del 16,86% a octubre del 2020, de acuerdo a lo calculado por el ingeniero técnico y financiero con los informes que entregó la fiducia y sin tener en cuenta los meses de noviembre, diciembre y enero.

“Lo que estamos haciendo es revisar lo que hay, con el equipo técnico y jurídico, a la luz del contrato y poder decir si efectivamente el informe que está presentando la Contraloría tiene toda la información suficiente para que los resultados que ellos obtuvieron sean exactamente lo que publicaron y si no darle a la administración las recomendaciones y sugerencias correspondientes para tomar algún tipo de decisión (...) Si ninguna persona tiene la capacidad de desestimar lo que dice la Contraloría, se asume que el ente tiene toda la razón”.

¿Qué pasará si se liquida el contrato?

Más allá de los amores y odios que puedan generar los peajes, hay que detenerse un momento a pensar qué implicaría su eliminación total y, a su vez, qué opciones podría contemplar la administración con esta infraestructura.

Para el gerente de Edurbe, uno de los puntos claves en este proceso es que la administración se prepare con un plan de reversión en caso dado de que el contrato se liquide.

“A título personal creo que ese tipo de infraestructura se puede utilizar y la administración distrital podría hacer un plan de reversión, que es recibir esa infraestructura y la operación por parte de la concesión mediante un plan técnico, financiero y jurídico, de manera transitoria mientras se toma una decisión de cuál sería el mejor tipo de operación para esa infraestructura, con el fin de aprovecharla y poder seguir disfrutando de unas vías en buen estado y mantenidas”.

Agregó que si llega a ver algún tipo de diferencia positiva puede ser utilizada en otras vías. “Claro está, eso implicaría mejores precios, más asequibles a la gente, algún otro tipo de tecnologías operativas para que el tema no sea tan arcaico desde el punto de vista de manejar dinero en efectivo. Eso podría ser para los vehículos de carga, los transportes públicos, que generan más peso sobre la vía y analizar si para los particulares aplicaría o no”.

Parte de esa postura también es compartida por el concejal Javier Julio Bejarano, quien afirmó que si se logra liquidar el contrato con la Concesión Vial viene otro debate de ciudad en torno a lo que deberá ocurrir. Por eso, desde ya, ha planteado tres opciones: quitarlos de manera definitiva; suprimir el cobro de peajes para vehículos particulares y dejarlo solo para los vehículos de carga pesada; o que las garitas se trasladen a la entrada de los puertos.

“Quitar de un todo los peajes es un camino porque los ciudadanos estamos cansados de ellos, pero ahí viene un detalle que se debe analizar y es que el puerto se beneficia del Corredor de Carga de Mamonal, que es por donde se mueven las tractomulas, muchas de ellas ni siquiera están registradas en Cartagena”.

Continuó diciendo que “este tipo de transporte de carga pesada es el que más afecta al Corredor de Carga, que fue lo que dio la iniciativa de construir esa vía y colocar peajes. Entendiendo eso y que muchos de esos vehículos no pagan impuesto de rodamiento para la ciudad, deberían tener un gravamen, un impuesto que puede ser vía peajes, para que se mantengan las carreteras”. De acuerdo con el cabildante, de esta manera solo se le estaría cobrando a quienes usan y se benefician del Corredor de Carga. “Así el Distrito contaría con unos recursos administrados directamente que servirían para infraestructura vial y de otros proyectos de ciudad”.

Tarifas más económicas

En ese mismo sentido, Darío Hidalgo, PhD y experto en movilidad sostenible, señaló que el peaje es muy útil aún después de liquidado el contrato actual con la Concesión Vial.

“En cualquier caso se requieren recursos para mantenimiento de la vía. Gracias a los peajes ese trabajo se realiza de forma oportuna, se da señalización y se prestan otros servicios a los usuarios. Como el requerimiento de inversión en mantenimiento es menor que lo que se necesitaba inicialmente (que cubría la construcción de la vía) se puede bajar la tarifa, pero dejar una porción para apoyar a Transcaribe, que enfrenta un déficit operacional importante”.

Según explicó Hidalgo, la lógica económica es que quienes tienen mayor disponibilidad a pagar para seguir viajando en vehículo particular apoyen la operación del sistema de transporte masivo que usa la mayoría de personas.

Por otra parte, el experto señaló que en la ciudad la solución a la congestión, contrario a lo que muchas personas piensan, no es la construcción de vías más anchas e intersecciones a desnivel y mucho menos a punta de peajes.

“Realmente más infraestructura vial termina atrayendo muchos más viajes en vehículo particular. Para que la congestión no crezca es mucho más efectivo adoptar medidas de transporte y desarrollo urbano sostenible”.

Sin estigmatizarlos

Otro punto de vista que se suma a este debate es el de Daniel Toro, economista, quien considera que si en efecto la concesión ya recuperó la inversión, el alcalde hace bien en exigir la finalización del contrato y entonces el peaje debería pasar a la administración.

“El error es la estigmatización de los peajes urbanos, la vía seguirá necesitando de gastos de mantenimiento y sin los ingresos del peaje le tocará al Distrito asumirlos. Son una herramienta común en el manejo de la congestión urbana y pueden ser instrumentos muy progresivos respecto a la distribución del ingreso”.

¿Otras fallas?
Más allá de la TIR, el contrato de concesión establece otras condiciones que deben ser cumplidas por la partes. De acuerdo con el gerente de Edurbe, en este momento hay firmados 21 otrosíes que han incluido modificaciones a lo inicialmente pactado. “En términos generales ha habido una especie de buena relación entre todos los actores del contrato. He encontrado una posición reiterativa del equipo de supervisión desde el punto de vista financiero y desde lo técnico se han presentado incumplimientos en las obras y mantenimiento permanente de la vía, pero se les han avisado y ellos (Concesión Vial) han corregido esas fallas”, dijo De Arco.

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