Como un “chambonazo” calificó el veedor ciudadano, César Cárcamo, la pintura amarilla en el Baluarte de San Miguel de Chambacú, una construcción colonial que hace parte del cordón de muralla que corre paralelo a la avenida Luis Carlos López y la laguna de Chambacú.
“Esta es una modificación que le hicieron al entorno del baluarte y en especial a la garita. Meterle un color amarillo a esta garita, donde confluye un color piedra natural, es un espectáculo burlesco. Toda actividad o procedimiento que busque modificar, preservar o modificar estos bienes tiene que contar con un aval del Ministerio de Cultura”, expuso el veedor.

Cárcamo comparó el aspecto del baluarte con lo ocurrido en agosto de 2021 con un cambio de color de la fachada del Fuerte San Sebastián del Pastelillo en Manga por un error del contratista. Lea: ¿No hay control? Pintan fachada del Fuerte de San Sebastián del Pastelillo
“Es el mismo error del Club de Pesca. Se está cometiendo una falta que atenta contra el patrimonio. No podemos permitir que esto se convierta en algo normal. Esa no es la esencia de la ley”, señaló.
El veedor elevó su queja a la dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura para que se verifique si se cumplieron los requisitos establecidos.


César Cárcamo.
Etcar responde
La Escuela Taller Cartagena de Indias (Etcar), encargada de las fortificaciones, informó que el aspecto actual del Baluarte San Miguel de Chambacú es el resultado de una restauración realizada en el 2011 en la cual se “pañetó y pintó los muros y las garitas que integran el baluarte”, y que dichos trabajos se repitieron el pasado mes de mayo.
De acuerdo con la entidad, desde el 2012 se realizan mantenimientos periódicos a esta fortificación para garantizar su conservación.
“El Plan Anual aprobado para 2022 incluye el mantenimiento de pintura sobre la estructura murararia, consistente en aplicación de pintura al temple a base de cal y pigmentos, y de los elementos de madera del baluarte de San Miguel de Chambacú, trabajos que fueron realizados el pasado mes de mayo por aprendices del taller de pintura de la institución bajo la orientación del maestro y la supervisión de los arquitectos de la dirección de Obras”.
Habla un experto
Tras evaluar varias fotografías sobre el Baluarte de San Miguel de Chambacú, el arquitecto Pedro Ibarra, especialista en patrimonio, explicó a El Universal que la intervención realizada es una obra de “mantenimiento normal con pintura al temple”.
Para el especialista, el acabado que se observa es una “simple restitución o reparación de pañetes pintura al temple”, es decir, un trabajo que es normal en este tipo de fortificaciones.
“Estas son técnicas de intervención normales y comunes que se desarrollaron desde los años 80 del siglo pasado y se sistematizaron hace tiempo. La Sociedad de Mejoras Públicas realizó este tipo de intervenciones a los largo de casi 100 años desde los años 20 del siglo pasado. Si no se hacía no tendríamos el Castillo San Felipe, San Fernando, San José, las murallas y demás baluartes”.


Pedro Ibarra.
Y aclara que lo realizado en el Baluarte de San Miguel no se puede comparar con lo que sucedió en el Club de Pesca ya que para esa intervención sí se usó un estuco acrílico contemporáneo “que es muy malo para este tipo de estructuras tanto desde el punto de vista estético como desde el punto de vista de conservación”.
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