Con un ritual se inició la audiencia pública organizada por la Jurisdicción Especial para La Paz (JEP) en Cartagena que tiene como fin escuchar a las víctimas del conflicto del canal del Dique y definir protocolos de exhumación para los cuerpos que fueron lanzados en el afluente en medio de la guerra.
Aura Esther Camargo Mercado, delegada de la ruta del Cimarronaje relató la crítica situación que vivieron los habitantes ribeñeros en medio del conflicto armado. “Lo más hermoso era bañarnos en el canal del Dique hasta que un día la guerra nos los quitó y la historia se partió en dos. Nosotros como humanos, negros e indígenas que vivimos alrededor del canal del Dique no podíamos ver las aguas porque veíamos más sangre que agua”.
Y continuó: “Veíamos más sangre humana que peces y los pescados olían a sarna. Cuando comíamos pescados creíamos que nos estábamos comiendo a nuestros seres queridos “.
Por su parte, Luis Gabriel Salas, miembro del Grupo de Análisis de la Información (GRAI) de la JEP, aseguró que en medio de la información recopilada por la jurisdicción se logró identificar 79 sitios de disposición de cuerpos, 15 lugares de control paramilitar, 13 lugares de avistamiento de cuerpos, 4 sitios de asesinatos y 10 sitios de disposición de cuerpos de control paramilitar. Es decir, un total de 121 puntos de interés forense.
“Algunos cuerpos que lograban llegar a la bahía de Cartagena fueron llevados a cementerios cercanos de la ciudad. El control del canal del Dique era geoestratégico para los grupos ilegales para el tránsito de personas, control de vías entre otros”, indicó Salas.
Luis Gabriel Salas.
Aseguró que el 98% de los cuerpos habrían sido arrojados al canal del Dique, muchos de esos fueron desmembrados. “Los relatos dicen que Carlos Cataño decía que debían esconder los cuerpos para que estos no quedaran visibles para la comunidad”, contó.
Dentro de los relatos la comunidad de Calamar contaba que en dos horas podrían ver 28 cadáveres flotando en el canal del Dique, época que para ellos era espantosa porque al igual que los habitantes de otras poblaciones, el olor a “muerto” era evidente.
De acuerdo con Salas, los testimonios fueron recopilados en medio de audiencias reservadas por las víctimas de la subregión del Dique. Dijo que dentro de las obras que se pretenden realizar en la hidrovía podrían encontrar restos humanos.
“Los relatos dan cuenta que en tiempos de sequía se podrían reconocer restos humanos y por eso no se puede desestimar que en otros puntos se puedan encontrar cadáveres. En la construcción de las esclusas en Puerto Badel y Calamar podrían haber coincidencias porque se arrojaban cuerpos en esa zona”, agregó Salas.
Salas aseguró que hacer las obras ameritaría un plan especial para tener la oportunidad de lograr esa búsqueda de desaparecidos en medio del conflicto. En el encuentro que es organizado por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) se establecerán protocolos técnicos encaminados a asegurar la búsqueda de las víctimas del conflicto.
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