¿Cómo imaginabas a tu bebé cuando estaba en el vientre? Sin duda alguna, el deseo de toda madre es dar a luz a un bebé saludable, simpático y al que todos deseen tomarle fotos cuando lo vean.
Toda madre querría que su hijo físicamente se asemeje a un trofeo que puedan presumir con orgullo. No obstante, hay anomalías estructurales, como los trastornos metabólicos, que se detectan durante el embarazo, en el parto o en un momento posterior de la vida y que son irreversibles.
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Esta historia inició en Venezuela y parece estar muy lejos de su final en Cartagena. Todo comenzó hace tres años, cuando Karen Arias dio a luz a su tan esperado hijo Enmanuel. A ella ya le habían avisado que el bebé tendría un pequeña deformación en el cráneo, sin embargo, nunca se esperó que tal deformidad le comprometiera toda la cara a su pequeño, al cual no tardaron en diagnosticarle malformación congénita más síndrome de Roberts.
Antes de continuar con la historia, te presentamos la siguiente ilustración con explicación científica sobre esta condición.
El bebé no pudo ser operado en Venezuela debido a la crisis del país. Así que Karen no tuvo de otra más que llamar a familiares en Colombia. En cuestión de meses se mudó a la ciudad de Barranquilla con la ayuda de una tía, quien recaudó dinero para su transporte y al llegar no solo le dio posada sino que también le ayudó con las citas médicas (las cuales demoraban demasiado).
Aceptando la ayuda equivocada
En medio de tanta incertidumbre, Karen y su tía conocieron a un grupo de ‘influencers’ de Barranquilla, quienes le expresaron haberse sentido conmovidos por su historia, así que le ofrecieron publicar un video que se haría viral en redes sociales. Y así fue, el video llegó a más de 400.000 reacciones, millones de likes y otros miles de compartidos.

Con el éxito de la publicación, los videos de “Emmanuel, el niño con una deformidad” se hicieron más frecuentes, y de ahí comenzó el interés de muchas personas en la Costa Caribe en ayudar. Sin embargo, había un pequeño detalle... Karen no tenía manejo de las cuentas a las que estaban depositando el dinero.
“Ellos me controlaban todo. Las donaciones pasaban primero por manos de ellos y luego me entregaban a mí lo que ellos destinaran administrar. Yo no tenía conocimiento de cuánto dinero estaba llegándoles. La influenciadora llegaba a mi casa, nos daba regalos y todo lo que daba lo publicaba en las redes sociales, hasta las salidas que hacíamos con el niño. Cada video generaba miles y miles de reacciones”, confesó Karen a El Universal.
Karen decide venirse a Cartagena
“Una amiga llamada Liney me dijo que me viniera mejor para Cartagena, que aquí se movían mejor los contactos, y eso fue lo que hice”. Así que Karen emprendió un viaje hasta la Casa del Niño, con la ayuda de la empresaria cartagenera Claudia Barrios, quien la conoció por redes sociales y no se lo pensó dos veces para abrirle las puertas de su casa.
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A continuación, un documental con los relatos de Karen Arias y Claudia Barrios. Las dos piden ayuda para mejorar cuanto antes la salud de Emmanuel.
¿Qué dicen los médicos?
La cita en Cartagena la tenían para el pasado 30 de noviembre, donde ponían todas sus esperanzas y esperaban una respuesta alentadora. Sin embargo, le respuesta que Karen obtuvo en la Casa del Niño fue que “el niño es un paciente con un caso bastante complejo, que deben esperar respuesta de un neurocirujano y que aquí se opera solo labio leporino. La atención que el niño debe recibir sería en un centro especializado en Medellín o Bogotá”, contó a El Universal.
Karen ahora reúne dinero para los gastos que se le vienen en un nuevo viaje a Medellín, donde espera que a Emmanuel lo intervengan con oftalmología, neurocirugía, cirugía plástica y maxilofacial.
En cuanto a los influenciadores, Karen gestiona un proceso legal por amenazas que ha recibido por parte de los creadores de contenido, de los cuales por seguridad se reservan su identidad. También está necesitando ayuda para gastos no solo del tratamiento del niño, sino también para vivienda, alimentación y servicios.
Quienes deseen ayudarle a Karen, pueden hacerlo a través de las siguientes cuentas:
Nequi: 3006440718
Bancolombia: cuenta de ahorro 788-000832-72