Ciencia


Los mosquitos “asesinos” que harían temblar al dengue y a la fiebre amarilla

Zancudos “asesinos” es la innovadora estrategia de la biotecnología para controlar el azote de enfermedades y así mitigar su impacto letal en la sociedad.

En diversas religiones los animales tienen un lugar privilegiado rozando en la veneración. Hay corrientes hinduistas, budistas y judaicas que obligan a tratarlos con respeto y compasión. En hogares de Nepal o de la India, una cucaracha puede desfilar con total tranquilidad por una mesa de comedor, pues nadie la matará por el temor al karma. Un chancletazo que degeneraría el futuro del verdugo.

(Le puede interesar: Urano, ¿próxima parada de la curiosidad del ser humano?)

Los mosquitos “asesinos” que harían temblar al dengue y a la fiebre amarilla

El río Ganges a su paso por la ciudad india de Benarés.

A 12 mil kilómetros de distancia, hay una persona que muchos asocian con computadores y al listado de billonarios que parece no interesarle mucho el nirvana o la espiritualidad, en pro de la salud mundial. Oxitec, una empresa de biotecnología financiada por Bill Gates y su esposa Melinda, modifica genéticamente y libera mosquitos en el mundo para evitar la propagación de enfermedades como el dengue y la malaria.

La liberación de estos zancudos es una de las más ambiciosas apuestas científicas para el control de la población de la especie Aedes aegypti (AE), la cual propaga enfermedades como el dengue y la malaria. Todos los mosquitos liberados son machos y tienen un gen autolimitado que hace que la descendencia muera antes de que pueda llegar a la edad adulta y volver a reproducirse.

En 2021, Oxitec probó este tipo de tecnología en Brasil, donde registró una caída del 95% en las especies de AE después de solo 13 semanas. Los mosquitos modificados genéticamente que estaba liberando no pueden picar, otro factor que emociona a muchos y que solo preocupa a los vendedores de raquetas eléctricas mata zancudos.

La comunidad científica y empresas como Oxitec tienen como objetivo abordar el problema de las enfermedades transmitidas por mosquitos que, según el Programa Mundial de Mosquitos, matan hasta un millón de personas al año. Estos insectos transmiten enfermedades a aproximadamente cien millones de personas cada año. Hay registradas aproximadamente 3500 especies de mosquitos en todo el mundo.

Los humanos son indispensables para la subsistencia de los mosquitos, pues tienden a reproducirse en hábitats modificados por el hombre. “Depositan sus huevos en el agua estancada y los humanos somos los únicos animales que manipulamos el agua para extraerla, canalizarla y acumularla para consumo doméstico”.

Manuel Peinado Lorca, biólogo español.

Sin lugar a dudas la especie AE es la más peligrosa, ya que propaga enfermades como el zika, la fiebre amarilla y el dengue, en los hábitats urbanos tropicales de América y Asia; donde se ha especializado en picar a los humanos hasta el punto de que el 95 % del alimento de las hembras, que son fuertemente atraídas por nuestro olor corporal, procede de sangre humana.

Experimento en Florida

En Florida, Estados Unidos, Oxitec expone que la especie AE representa solo el 4% de la población de mosquitos en Florida Keys, pero es responsable de casi toda la transmisión de enfermedades. Es por esto que se configuró como el último territorio propicio para realizar el experimento.

Allí, mientras artistas famosos pasean en sus yates, desde el año pasado se han liberado cerca de cinco millones de mosquitos modificados en los Cayos de Florida durante siete meses. Los mosquitos machos modificados portan un gen que es fatal para las crías hembras, lo que hace que mueran antes de que puedan reproducirse. Los machos nacidos de un apareamiento masculino determinado heredan el gen, lo que provoca la muerte de futuras generaciones de hembras, lo que resulta en una disminución general de la población.

Los mosquitos “asesinos” que harían temblar al dengue y a la fiebre amarilla

Personal de Oxitec.

¿Cómo llegaron a descifrarlo? Oxitec ubicó cajas de huevos de mosquitos modificados en propiedades privadas en los Cayos y las rodearon con trampas, cubriendo un radio de más de 400 metros. Los mosquitos manipulados se aparearon con hembras salvajes, que pusieron sus huevos en trampas Oxitec. Los científicos recogieron más de 22.000 huevos de las trampas y los analizaron en su laboratorio.

En ese estudio confirmaron que todas las hembras que heredaron el gen asesino murieron antes de alcanzar la edad de madurez sexual. El gen persistió en la naturaleza durante dos o tres meses, o alrededor de tres generaciones de descendientes, antes de desaparecer. No se encontraron mosquitos portadores del gen a más de 400 metros (1.312 pies) de su punto de liberación.

«Me gusta la forma en que lo hacen. Lo hacen de manera sistemática y deliberada. Así que soy un fan, pero tienen mucho trabajo por hacer”, dijo Thomas Scott, entomólogo de la Universidad de California, .

Próxima batalla: California, bajo críticas

La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), aprobó la realización del experimento en California, y así seguir obteniendo resultados exitosos. Sin embargo, mientras que muchos están de acuerdo, las críticas de algunos biólogos se centran en los posibles efectos nocivos para los ecosistemas.

En el Estado Dorado se liberarán 2.400 millones de mosquitos modificados genéticamente. De esta forma, la descendencia femenina no será viable y la descendencia masculina que pueda sobrevivir, se reproducirá transmitiendo el gen modificado.

Los investigadores afirman que, en unas pocas generaciones, no existirán más mosquitos de la fiebre amarilla o el dengue, pues las hembras que se alimentan de sangre, la que utilizan para madurar sus huevos, no llegarán a la adultez; y los machos no pican, son inofensivos y no transmiten enfermedades.

Las críticas del experimento

Algunos biólogos guardan recelo y critican el experimento alegando que los mosquitos “asesinos” podrían mezclarse con otras poblaciones, propagando el nuevo gen de forma incontrolable. “Esto podría desencadenar consecuencias que son impredecibles. Podría dañar el ecosistema y, en el peor de los casos, podría generar nuevas especies de mosquitos híbridos resistentes a los métodos de defensa que se utilizan en la actualidad”, explicó Francisco María García, periodista científico.

Los biólogos también se mostraron preocupados por la posible interacción de los mosquitos con el antibiótico Tetraciclina, que se suele encontrar en las aguas residuales. Este químico revierte los cambios genéticos en los mosquitos.

¿Qué responde Oxitech?

La compañía expone que no es probable que el ADN modificado se propague demasiado, debido a que las hembras mueren y los mosquitos machos que puedan sobrevivir serían más susceptibles a los pesticidas. “Se modifica tanto el ADN que los mosquitos brillarán a una longitud de onda especial, para que puedan ser identificados con facilidad entre otros mosquitos”, precisaron.

Para evitar que los mosquitos interactúen con la Tetraciclina, la EPA ha especificado que no pueden ser liberados a menos de 500 metros de las granjas de frutas, zonas de ganado o instalaciones de tratamiento de aguas residuales en Estados Unidos.

No obstante, responsables del experimento, críticos y comunidad científica están de acuerdo que aún falta mucho por probarse en relación con la efectividad a gran escala, aunque los mosquitos se estén comportando según lo esperado, y lograr un mundo sin más muertes por dengue, especialmente niños residentes de las capas más pobres de la sociedad.

Según la revista Nature, el estudio piloto no pretendía determinar qué tan bien el método suprime a la población salvaje. Oxitec planea recopilar esos datos en una extensión del estudio en Visalia, California, donde está construyendo una instalación de investigación y desarrollo.

No se hace lo mismo en Colombia

En Colombia, se realizan técnicas de control sobre las poblaciones de mosquitos AE desde hace muchos años. Sin embargo, es diferente a la de Oxitec, pues en ciudades como Cali, Medellín y Bucaramanga se infecta a los mosquitos con la bacteria Wolbachia, que impide que el virus del dengue se instale en las glándulas salivales de la hembra y se trasmita en las picaduras. A diferencia del método Oxitec, quienes tienen como objetivo la eliminación de las hembras.

El experimento colombiano no tiene ningún impacto en la vida del mosquito. El insecto infectado con Wolbachia tiene un ciclo de vida normal, pero la bacteria impide que las hembras puedan transmitir el virus. Al aparearse con otro mosquito, la descendencia tendrá también Wolbachia. Este experimento ha logrado, según datos preliminares, que más del 50% de las poblaciones de mosquitos AE en Medellín y Bello tengan Wolbachia, lo que ha reducido la transmisión del dengue a niveles mínimos históricos, según los investigadores, resultados avalados por el Instituto Nacional de Salud de Colombia”, explicó El Espectador

Reciba noticias de El Universal desde Google News

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS