Después de 20 años es una realidad que Colombia volverá a producir vacunas. Esta semana en Rionegro, Antioquia, la empresa colombiana VaxThera inició las obras de su nueva planta de producción de vacunas con la que estiman fabricar hasta 250 millones de dosis anuales a largo plazo. Lea: Arranca construcción de VaxThera, planta que producirá vacunas en el país
“Si algo trajo positivo esta pandemia fue recordarnos la importancia de que haya producción de vacunas en nuestro país”, afirma la doctora Lina Triana, Presidente de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas.
Y es que, como dice la doctora Triana, durante las últimas décadas el país se resignó a adquirir las vacunas producidas en otros países, que evidentemente tuvieron una ventaja sobre los demás cuando en el mundo se hizo necesario la protección contra el letal virus del COVID-19. “Esos países podían vacunar cierta cantidad de vacunas pero quedarse con un porcentaje para vacunar a su población. Colombia no tuvo esa oportunidad”, explica.
El nuevo comienzo en la producción de vacunas en Colombia no solo garantizará una mejor disponibilidad de biológicos en Latinoamérica sino que también propiciará el desarrollo científico, uno de los elementos más importantes para el progreso económico de un país.
Para la profesora titular de la Facultad de Ciencias de la Universidad Javeriana, Susana Fiorentino, con la labor de VaxThera la sociedad en general va a poder sentir que la tecnología está cerca, qué no es algo de ciencia ficción que se hace solo en los países industrializados en los cuales Colombia no tiene ninguna participación científica y tecnológica.
“El público en general se va a sentir partícipe del desarrollo tecnológico del mundo, así como yo tengo equipos de fútbol que van al mundial tengo laboratorios que son capaces de producir vacunas que van a poder proteger a nuestros conciudadanos”, afirma Fiorentino.
En cuanto al impacto en los financiadores, es posible que los grandes grupos económicos empiecen a creer que en Colombia vale la pena invertir en este campo. “Así como a grandes grupos económicos que compran equipos de fútbol pues es posible que comiencen a existir grandes grupos económicos que quieran invertir en Ciencia”, añade la docente.
El epicentro de conocimiento, desarrollo e innovación en torno a la elaboración de vacunas, que promete construir Vaxtera, es un objetivo a largo plazo. “Un plan ambicioso. Es pasar de tener un país sin soberanía, a tener un con soberanía sanitaria, farmacéutica y en producción”, señaló el ministro de Salud, Fernando Ruiz.
Según especialistas, esta primera plata es un gran logro para el país, pues la producción biotecnológicos requiere de personal capacitado y certificado y de instalaciones especiales que protejan el producto de la contaminación de agentes externos, entre otros.
Por ejemplo, según explican, el acero que se utiliza para este tipo de equipos es diferente al acero que se utiliza para las máquinas industriales de construcción. Además, las normativas anti incendios de los laboratorios son específicas con los radiactivos que Colombia no produce.
Por ahora, la compañía empezó la construcción de la primera etapa para envasar vacunas de otros fabricantes. En esta primera planta, que demorará un año y medio en construirse, producirá cerca de 100 millones de dosis anuales.
La segunda etapa, que promete capacidad de hacer investigación y desarrollo para hacer vacunas, llevará unos años más hasta que Colombia tenga la capacidad, pues en este campo el país no tiene experiencia.
Producir una vacuna desde cero
VaxThera, del Grupo Sura, ya se encuentra desarrollando una vacuna contra el COVID-19 denominada UNIVAX, la cual está diseñada para combatir las diferentes variantes del virus de SARS—CoV-2 y ha arrojado excelentes resultados en estudios preclínicos, según han afirmado.
“Esta, será una excelente vacuna de refuerzo y esperamos estar en estudios clínicos de fase 1 y 2 después de la segunda mitad de año”, afirmó el doctor Jorge Emilio Osorio, CEO de VaxThera.
No obstante, el desarrollo en Colombia de una vacuna desde cero, como UNIVAX, implica un desafío para los investigadores en empezar a buscar solución a los cuellos de botella que hay en el país en cuanto a la producción de ciertos insumos biológicos que su vez permitan el desarrollo biotecnológico.
Según advierte la profesora Fiorentino, el desarrollo de una vacuna desde cero en Colombia es posible pero tiene una limitante tecnológica y de recursos que hace que estos desarrollos tomen tiempo, “a no ser que se solucionen problemas administrativos y reglamentarios que son un freno completo para el desarrollo de la ciencia y la tecnología”, dice.
“Por ejemplo, acá uno va a traer un reactivo y el reactivo, que es para investigación, tiene que pasar por el ICA, luego por el Invima por tres salas especializadas, por el impuesto de la DIAN, contar con que está cotizado en dólares”, explica.
En ese sentido, el profesor Giovanny Garavito, del Departamento de Farmacia de la Universidad Nacional de Colombia, también afirma que en el país se deben contemplar estímulos para los investigadores de ciencias básicas y una normatividad que estimule el desarrollo propio de la industria nacional.
“Mientras este desarrollo se materializa, se vienen gestionando diferentes acuerdos con el Gobierno Nacional y alianzas con organizaciones internacionales para fortalecer la capacidad biotecnológica y transferencia de conocimiento, acorde con las necesidades sanitarias para la producción de vacunas”, afirmó la compañía.
Así, se espera que una empresa como VaxThera, con una voluntad política que la apoye, logre desbloquear esos cuellos de botella que permitirán realizar investigación y desarrollos biotecnológicos de punta, para que Colombia recupere una vez por todas su soberanía en la producción de vacunas.
Esto, con el fin de enfrentar las diferentes emergencias sanitarias ya existentes y de estar preparados para las enfermedades emergentes que puedan surgir.
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