Cultural


Entre abucheos a la Vicepresidenta, se inauguró el Ficci 2019

La mandataria llegó una hora después del inicio del evento, lo que generó gran incomodidad dentro de los asistentes a la ceremonia que contó con el estreno de ‘Niña errante’, el nuevo largometraje de Rubén Mendoza.

COLPRENSA

07 de marzo de 2019 03:49 PM

En la noche de este miércoles, en el Centro de Convenciones de Cartagena, se realizó la inauguración de la edición 59 del Festival Internacional de Cine de Cartagena (Ficci) donde el cine pasó a un segundo plano al contar con la presencia de la Vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez.

En ediciones anteriores, quien siempre se hizo presente fue el Presidente de la República, Juan Manuel Santos, pero ahora, en el nuevo gobierno, la encargada de asistir fue Marta Lucía Ramírez, quien llegó una hora después del inicio establecido del acto inaugural con todo su esquema de seguridad. Esto generó gran incomodidad dentro de los asistentes a la ceremonia que contó con el estreno en el país de ‘Niña errante’, el nuevo largometraje de Rubén Mendoza.

Quizás, el hecho de su llegada tarde hubiera pasado desapercibido si la presentadora del evento no le hubiera pedido a los asistentes al Centro de Convenciones que le dieran la bienvenida a la funcionaria con un aplauso, pero lo que recibió fue abucheos. Esto se mantuvo entre su intervención y discurso que dio ante los asistentes.

En medio del desorden y los gritos, por fin se pasó al cine, a la historia por las carreteras colombianas de cuatro medio hermanas que van conociéndose y transformándose en una verdadera familia.

Al final, y sin la presencia de la Vicepresidenta, Rubén Mendoza realizó una reflexión sobre su película y su relación con la actualidad del país. “En la película grabamos cerca de 18 ríos hace dos años, algunos de ellos ya no existen o se encuentran en serio peligro, como el Río Cauca”, aseguró.

En los cerca de 14 minutos que duró su intervención, había momentos en que podía recibir aplausos y abucheos al mismo tiempo y algunos gritaban que era un discurso político y que no era el lugar, mientras que otros lo defendían, asegurando que en el cine también era posible y necesario hablar de estos temas.

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