Cultural


La otra historia detrás del corazón de “Pálpito”

Acoplando el arte con el diseño de modas, la paisa despliega creatividad y color en cada una de las piezas que crea.

HEIDI LLANES

28 de mayo de 2023 12:00 AM

Con razón un corazón es parte de la identidad artística de Manuela Echeverri. La artista paisa es conocida por plasmar la mejor expresión de vida en sus obras a las que les imprime el color de manera abundante porque en ese aspecto gira su propuesta.

Dejó las montañas, ahora vive en Cartagena, tiene taller en Bogotá y su recorrido estético es innato, aunque siempre ha mantenido la preparación que le permite perfeccionar cada técnica, siendo la pintura y la escultura una fortaleza que raya en la pasión.

Y volviendo al corazón, afirma que su trabajo se ha centrado ahí desde hace muchos años, su papá tiene un marcapasos y eso la ha llevado a cada día adentrarse en más temas que le permiten cuestionarse sobre la vida, lo que hace, dice, asume, desde los sentimientos hasta lo que evidencia con otras personas.

Para mí el color es el rasgo que nos define y muchas veces no sabemos que un tono favorito no es elegido al azar, hace parte de nuestra personalidad”

Manuela Echeverri

“Siento que el corazón ha sido la puerta de entrada a un mundo infinito, es como un relato que nos unifica a todos, es imposible dejar de nombrarlo, es eso que nos hace iguales, pero también diferentes, es un órgano que todos tenemos, pero para cada uno late por una razón distinta, cada pálpito nos mantiene con vida en un proceso perfecto, por eso busco conocerlo”, manifiesta.

Manuela inspira serenidad, y ese equilibrio se lo debe en buena medida a la enseñanza de su padre, quien decidió que se debe vivir la vida sin angustias, una lección aprendida a partir del corazón.

La otra historia detrás del corazón de “Pálpito”

El despertar artístico

Desde pequeña mostró afinidad con el arte, y en su caso, la familia fue artífice de hacerla más responsable en su proceso de direccionar la creatividad. Le permitieron ser y hacer lo que más le gustaba.

Manuela estudió Diseño de Modas en La Salle College, influenciada por su gusto personal, sin embargo, ahora no es el proyecto que ocupa la mayor parte de su tiempo y trabajo. “Siempre he pensado que cuando se va a hacer algo, más que un propósito, debemos encontrarle el sentido, y si es intuitivo, por ahí va el camino”, agrega.

Basada en su filosofía de vida, al llegar la tesis de grado pensó que la inspiración debía hacer parte de una serie de patrones que solucionaran situaciones, entonces su trabajo se encaminó a una colección de prendas para personas en condición de discapacidad, la misma que en medio de la hostilidad de los profesores, logró captar la atención en Plataforma K. “Haciendo lo que me dicta el corazón, es dónde he tenido más éxito”, aclara satisfecha.

Convencida de que nunca se abandona lo que se ama, seguía pintando, los cuadros entonces eran detalles para sus amigos, hasta que bajo la influencia de artistas que manejan muy bien el color, empezó a direccionar su obra hacia los retratos de personas y animales, que fueron publicados en redes sociales, abriendo aún más su propuesta ante el mundo.

La obra de Manuela Echeverri ha trascendido gracias a que percibe lo que cada día va sucediendo, dejando fluir, entendiendo que parte de la evolución es cambiar, aunque también se basa en entender de dónde viene, en ese proceso definió su carrera artística enfocada a permanecer en el tiempo.

Ahora la moda vuelve a estar presente, le asiste ese deber por lo que también le apasiona y hace dos años creó con su mamá la marca de ropa Oú, un vínculo que mantiene con ella a través de un hobby, que se ha convertido en un bonito trabajo.

Como bien es sabido, el arte sana si se involucra en situaciones sensibles, es por esto que se ha vinculado con talleres en zonas impactadas por la violencia, una labor que atesora y para la que siempre estará dispuesta.

La otra historia detrás del corazón de “Pálpito”

Un buen “Pálpito”

Y vuelve a “ponerle corazón” a su trabajo. Hace un año, antes de que se iniciara la grabación de la segunda temporada de “Pálpito”, la popular serie de Netflix, los encargados de la producción la contactaron y mostraron su interés en su obra, por lo que su creatividad se fue más allá buscándole un significado ligado a la historia.

El corazón que hizo es uno dorado que se exhibe la oficina de Zacarías Cienfuegos (Sebastián Martínez), con una simbología clara, es el recordatorio de que el dinero puede comprar hasta la vida.

De otra parte, en el proceso publicitario, se logró que el corazón, ese órgano que hace a todos iguales, se fuera a engalanar algunas ciudades para darle punto de partida a la exitosa historia en su nueva entrega.

Manuela maneja varias técnicas, el corazón es una pieza esculpida en barro y luego con el molde puede adaptarse a diferentes materiales. Y como base pictórica, con la que más se le identifica, es la técnica de trazos en espátula sobre lienzo, pero ella usa acrílicos, también le fascina el carboncillo, con la cual que prepara su próxima exposición.

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