Homero León, de 39 años, nació en Maracaibo (Venezuela) y por cosas de la vida terminó viviendo en Cartagena, una ciudad a la que le debe mucho y lleva metida en su corazón.
Su profesión era la de músico, tocando su guitarra se pasaba buena parte de su tiempo en su amada Venezuela.

“Tocaba con gente como Tercer Cielo, Mónica Rodríguez (ganadora de un Latín Grammy) hasta el 2015”, recuerda Homero.
Pero tocó fondo su país, lo agobió crisis económica y caos social. “Todo iba bien, pero la situación de Venezuela empeoró, la economía se vino a menos, pasaron cosas en mi vida y poco a poco fui apartándome de la música”, asegura Homero.
Se vino un gran cambio en su vida. “La parte fitness nació no por querer tener un cuerpo atlético sino para ganar resistencia para practicar algunos deportes extremos como Mountain Bike, por ejemplo. Entonces empecé a estudiar entrenamiento personalizado, nutrición y ejercicios funcionales. Un amigo me propuso realizar entrenamientos personalizados, yo no quería, pero él me insistió y regó la bola”.
En busca de un mejor futuro
A Cartagena, buscando un mejor futuro, llegó en noviembre de 2019. “Otro amigo me llamó para que viniera a ser su asistente como entrenador a esta ciudad. Vendí varias cosas para comprar los pasajes y me vine. Luego comenzó la pandemia, eso fue duro, comencé a hacer personalizados a domicilio, entrenamientos virtuales con tal de ganar algo de dinero y aportarle a mi amigo para los gastos de la casa. No me quería regresar”.
Nunca bajó los brazos, siempre ha estado firme en la lucha y esa dedicación ha tenido sus recompenzas.

“Empecé a trabajar en un gimnasio con entrenamientos personalizados hasta que se dio la oportunidad de trabajar en una cadena reconocida y todo siguió mejorando en mi vida”, explica. A pura tijera: Héctor, el barbero venezolano que se abre paso en Cartagena
Desde junio de 2022, Homero comenzó a incursionar en el fisiculturismo y “teniendo pocas semanas de preparación, en mi primera competencia, quedé en el segundo lugar. Luego, tres meses después, volví a competir y gané. En mayo de este año gané un campeonato, en agosto obtuve la tarjeta élite Pro, lo que busca todo fisiculturista. En un año en este deporte he logrado bastante, a muchos les cuesta más tiempo avanzar, por fortuna y gracias a Dios, lo hice rápido”.
En 2024, Homero tiene un gran reto en este deporte. Está enfocado y con muchas ganas de seguir avanzando. “La idea es participar en Mr. Universo y ganar, trabajaré para eso”, recalca.
Fue una bendición llegar aquí y él así lo reconoce. Esta ciudad lo encantó.
“No tengo quejas de nada en Cartagena, al contrario, la gente me ha ayudado mucho, incluso en los momentos en los que estuve sin un plato de comida. He encontrado un gran respaldo de muchas personas”, comenta.
Y no se olvida de la música. Asegura que pronto comprará una guitarra para volver a tocar, como en los viejos tiempos. Lo hará con amor, con dedicación, pero sabiendo que hoy ama otra profesión. Siente que está en su ‘salsa’, en donde mejor se mueve, con muchas cosas a favor.

“He notado que la gente ahora se preocupa más por la salud, por hacer ejercicio y eso es muy bueno. Me apasiona todo esto, por eso trabajo con cariño, me gusta que la persona se sienta plena día a día no solo en el gimnasio”.
Homero vive en barrio Nuevo Bosque con su perro. “Se llama Eren, soy enamorado de los animales desde niño”.
Muchos sueños
Está metido de lleno en sus entrenamientos personalizados y en su carrera como fisiculturista, en la que quiere ganar más títulos.
“Mi gran sueño es tener mi propia marca de gimnasio personalizado”.
Sí. Cartagena le abrió las puertas y aquí ha salido adelante. Seguro que La Heroica le tiene preparado algo más grande a Homero, un venezolano que hoy no cambia por nada lo que le está sucediendo en la Ciudad Amurallada.
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