James Rodríguez iba a ser noticia este miércoles por un hecho positivo pues volvió a anotar con el Olympiacos y además, con una asistencia, fue figura en la goleada 5-0 del conjunto griego sobre el Asteras.
Sin embargo, varios gestos durante el partido empañaron su presentación y, de nuevo, como se dice popularmente, “lo que hizo con la mano lo borró con el codo”.
La primera reacción que generó críticas fue al minuto 35 tras su anotación, que significó el 2-0 en el marcador a favor del Olympiacos. El gol se construyó con una pared previa y un soberbio remate de zurda que se clavó en el ángulo superior izquierdo de la portería rival.
En el festejo, con una mueca de rabia en su rostro, levantó el brazo en señal de desaprobación hacia un sector de la hinchada. Pero ahí no pararía su enojo. Al minuto 71 fue sustituido y no le gustó para nada el cambio, hizo un gesto de rechazo y cuando llegó al banco de suplentes le dio la mano de mala gana al técnico Míchel, situación que generó rechazo en varios medios de ese país. Lea aquí: Video: Neymar y la insólita expulsión que sufrió en su regreso a las canchas
James llegó a tres anotaciones en ocho partidos con el Olympiacos por Liga, pero deberá cambiar su actitud si no quiere repetir lo sucedido con los técnicos Rafa Benítez, Zinedine Zidane, e incluso, con Niko Kovac.
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